No me cabe duda de que en tu esencia
hay nicotina.
No me cabe duda de que probarte
fue un viaje de ida.
Te prendo / te fumo / te apago.
Y de nuevo quiero otro poquito.
Mientras escribo te pienso.
Pienso en que otro más necesito.
No quiero depender de vos.
Y me duele no saciarme
No quiero atarme a tu atado.
Y cómo hacer para escaparme.
Pero me seducís
apagado y sin presión.
Me gusta encenderte
y verte en acción.
Sos brasa cuando brillás
en la plenitud
de ese corto tiempo que durás.
Y ceniza te vas haciendo
en la tristeza
de esa facilidad con la que me dejás.
Yo te consumo / pero siento
que vos me vas consumiendo.
Entrando en mi pecho para quedarte
y yéndote como humo en el aire.
Si al fin y al cabo,
de tus decisiones soy esclava
Vos sabés lo que yo
suelo dar por una pitada.
A vos igual te da,
y no te importa nada.
Mientras yo mi vida voy dejando
vos todo el poder vas ganando.
Y de eso se trata el juego
de esta adicción
que a vos te gusta jugar
y a mí tanto no.
Al eterno y recurrente dilema
de no saber si dosificar o dejarte,
siempre reacciono desesperada
y fumo mucho más que antes.