sábado, 22 de enero de 2011

sólo te pido que se vuelvan a juntaar

Él: - "¿Qué es lo que ha pasado con tu corazón? Ya no marca el paso que marcaba ayer"
Ella: - "Vine hasta aquí para poder abrazarte, y sentí que ya tus brazos se niegan a ir hacia los míos lentos"
Él: - (Silencio.) "Nena no quiero perderte... si quieres puedes apostar"
Ella: - "Sacá el arma de tu boca"
Él: - "Soy vicioso, jugador y mujeriego"
Ella: - "¿Por qué no te dejás de pensar en labios que besan frío?"
Él: - (Silencio.) "Todos esos deseos de noche fría y alcohol, hoy te los quiero regalar"
Ella: - "Poder jugar en otro juego es lo que imagino"
Él: - "Ya ves, eso te digo, ya ves nena cuando te olvidás"
Ella: - "Quiero que sea este lugar, pero convertido"
Él: - "Voy a volverte a ver sólo porque lo quisiste"
Ella: - "Es tu canción la que quiero oír en mi voz, cuando me digas que todo va a estar mejor"
Él: - "Tu luz, nena, fue un flash. Me encegueció y me dejaste acá atrás. Ahora tengo, velo bien, un disparo atravesando mi sien. Sólo te pido un favor: fuera de mi corazón"
Ella: - "Yo sé que me llevé mucho, pero quiero volver por el resto"
Él: - "¿Y qué más por este amor?"
Ella: - "Salir a buscar alguna forma de algún amor en algo que suene bien"
Él: - (Silencio.) "Sos la llave hacia otro lado, hacia el costado de las cosas, donde no son sólo hermosas"
Ella: - "Si no hay amor, que no haya nada entonces, alma mía. ¡No vas a regatear!"
Él: - "Si te digo que me quedo es porque amo tu color"
Ella: ... (Se cae de culo y muere de amor.)
Él: - "Pero entonces... ¡muévelo!"

viernes, 21 de enero de 2011

Surrealismo I

Anoche te soñé
                      -creo-
Sólo recuerdo que estaban
tu boca y tu pelo.

Y entonces me desperté
                                  -creo que hasta comí un sánguche-
pero volví a la cama después.

Y nuevamente me dormí
esperando soñar otras cosas
y ¡vaya sorpresa!
ya no apareciste,
y en cambio apareció Otro
(que tiene nombre y apellido,
                                         -OJO-)
La situación era cada vez más irreal
pero vos no estabas.
Abrí los ojos y lo supe
                                -creo-

Y me volví a dormir
para seguir no soñándote
para felicitarme porque no aparecías
para demostrarme que podías no estar
Me volví a dormir
                         con intervalos
de sueño y de no sueño
                                  -pero nunca de vos y de no vos-

Fue así como hoy
me levanté a las seis de la tarde
habiendo dormido largo.

No estaba cansada,
                             -no-
Sólo quería desafiar a mis sueños.

jueves, 20 de enero de 2011

De cuando L.

Desde que L. se fue de mi vida
Soy una verdadera máquina de escribir

Desayuno, almuerzo y ceno reflexiones
Grito, vomito y suelto palabras
Balbuceo inseguridades
Canturreo desengaños
Dibujo oraciones
Narro recuerdos
Cuento rencores
Ensayo razones
Susurro deseos
Gimo dolores
En el papel
En blanco
Así...

No me privo de escarbar fuerte en el pasado que se fue
No me privo de soñar anécdotas en el futuro que no será
No me privo de putear al aire creyéndolo presente
No me privo de amar su ausencia en mi cama

Desde que L. se fue de mi vida
Soy una verdadera máquina de escribir

Y no voy a desaprovechar
El momento de producción
Por mucho que duelan las palabras
Por mucho que ruideen estas teclas viejas
Por mucho que moleste saber que el papel se terminó
Voy a seguir siendo
Máquina
y De Escribir
A riesgo de decir un millón de disparates
A riesgo de escribir como en la primaria
A riesgo de que a nadie le gusten mis textos
A riesgo de que L . nunca los lea
A riesgo de que yo nunca los lea
A riesgo de correr tantos riesgos
Sigo escribiendo
Y me arriesgo

sábado, 15 de enero de 2011

Triste letrista

Cómo te nombro ahora, que el tiempo arrasa con las denominaciones, que tampoco encuentro epíteto que te siente bien, que escribo mi camino con faltas de ortografía, que la única técnica narrativa que me sale es el monólogo interior (caótico y con hilo difuso), que prefiero la lítote a la definición, que mis sintagmas rodeados de rodeos resultan estresantes, que me rehuso a que seas mi apóstrofe y sin embargo acá estoy, que no cierran las métricas a pesar de las sinalefas y hiatos, que busco rimas abrazadas pero carezco de rimas, que no puedo evitar los versos con encabalgamiento, que me cansa la anáfora del "que", que al principio del cuento no está incluido el desenlace, que los sonetos me resultan cortos y los romances me superan, que mi pensar es un plenoasmo en redundancia (y lo es esta frase también), que no hay sintaxis posible para el desorden de mi cabeza, que mis razones no son más que polisíndeton sin isotopía, que a la poesía de mi cuerpo le falta el efecto estético, que con los pedazos de mi vida formo los distintos anagramas que vivo cada día, que con los pedazos de mi vida formo hipérbatos para reubicarme cada día, que no logro que la gradación vaya de bien a mejor, que no llego a ser antítesis y en cambio soy oxímoron, que juego a la prosopopeya de que las cosas me hablan, que me cuesta conjugar el número porque no sé cuántos somos, que la reiteración de tu persona en mi cabeza no es un recurso del artificio sino un error de redacción, que el hablar de mí a través de vos me suena a una sinécdoque errónea, que ya no me siento un palíndormo de tus palabras, que nuestro pasado es una gran antanáclasis, que la metáfora ya no te oculta porque la analizo demasiado, que de noche cuando me acuesto aparece la sinestesia de tu ausencia, que sólo espero que algún día tu recuerdo pueda ser una elipsis, que mi vida toda se ha vuelto una gran apócope, que quizás todo esto sea una gran hipérbole pero por algo tengo que escribirla, que entre tantos circunloquios, perífrasis y eufemismos, sigo sin poder nombrarte. Y es que cómo te nombro ahora si no sé quién sos, qué signo uso para un elemento del que no conozco ni significado ni significante. No sé tu nombre porque no te sé a vos.
Opté por nombrarte L. para reducir el espacio en mis hojas, para que pases de ser palabra a ser letra y punto. Opté por llamarte L. porque el pronombre universal él no te sienta, porque él son muchos y son todos y porque Él es uno solo.
Él es L., y L. me lee.

viernes, 14 de enero de 2011

Iniciales

Yo me llamo Paula
Irene es como llaman
a una de mis amigas,
a la otra         Juliana
y a una tercera, Agustina.
Juntas, formamos
      una hermosa P.I.J.A.

Podemos sumar a Mariana
e inventarnos una nueva amiga:
                          Adriana.
Entonces fabricaríamos
un encantador P.I.J.A.M.A.

Invitemos también
a la ficción de Daniela
y a la creación
               de Andrea.
¡Y hagamos todas juntas
P.I.J.A.M.A.D.A fiestera!

(Ojo que en una de esas
   se interpone Alma
y nos convertimos en una
P.I.J.A. A.M.A.D.A)

martes, 11 de enero de 2011

Un tango errante/errado

"Que decís que un tango errante
no te hace perder la calma"
Celedonio Flores

El paso básico te dice como al oído: uno adelante - derecha - atrás - atrás - cruzo - atrás - izquierda - cierro. El patio sucio y colorido es tu salón. Tu compañero te lleva con un abrazo entre seductor y opresor, te indica el rumbo con sus dedos apretando fuerte un omóplato, una palma o un cachete. Bailan ahora el preciso tiempo que marca el piano. Pero sólo porque él quiere, sólo porque él quiere porque bien sabés que te gustaría estar bailando el bandoneón. Vuelan por tu cabeza las esbeltas figuras que esbozarías sin prisa. Si él quisiera, claro. Pero vos estás ahí porque él decide que te desea y te compra, para que todos los demás puedan verte en su poder, atractiva pero suya en ese dos por cuatro que él elige cómo danzar.

lunes, 10 de enero de 2011

Soy una blogger hecha y derecha

En estos días escribo mucho y muchas pelotudeces. Pero revisando mi carpeta de escritos me di cuenta de que no es nada nuevo. En estos días ando por muchos blogs de personas desconocidas (pero que después de leerlas no lo son tanto), y me los fumo enteritos enteritos. Me metí en la matrix mal y ahora soy una blogger hecha y derecha. Y me di cuenta de que hay muchos tipos de blogs, claro. Y que tiene que ver con la personalidad de cada uno, claro. Pero a mí no me gusta mezclar personalidades, a mí me gustan las identidades definidas, de lo contrario me confundo demasiado.

Así que a falta de poder subir en este blog esas cosas que cuento sin que lleguen a ser cuentos, y como ahora soy una blogger hecha y derecha, decidí mudar los escritos cotidianos a un nuevo blog: http://cuentopersincuentos.blogspot.com
Y en este blog, escúcheme bien señor: ¡no me privo de nada! Voy a cometer herejías tales como subir dos entradas por día, voy a cometer herejías tales como no escribir literatura, o escribir cursilerías, o escribir ficciones que creo realidades. Voy a cometer todas las herejías que se me canten las terlipes, porque eso va en línea con mi "Chau, no va más" y con este nuevo año que comienza con una nueva Yo. Voy a decir las cosas que sé decir y las que no sé decir las diré como pueda. Voy a hablar de cosas lindas y felices, y sin un día me siento a escribir medio triste ¡voy a ser capaz de reírme de la tristeza mientras la escribo!

Pero, A prueba y error, no creas que te abandono, no, ¿cómo te explico...? Voy a usar un ejemplo ilustrativo: A prueba y error es el blog que le pasaría a mi profesora de literatura, mientras que Nada de cuentos es el blog que le pasaría a un pibe que me estoy chamuyando. Creo que es bastante ilustrativo.
Y si no, pensalo como que te traje un hermanito y ya.

domingo, 9 de enero de 2011

De noche cuando me acuesto

me duermo de un solo lado de la cama,
porque en el otro lado
reposa tu ausencia.

sábado, 8 de enero de 2011

Latinoamérica, Poesía y Mujer

¿Por qué será que las poetisas latinoamericanas la pasan tan mal...? Pizarnik, Storni, Vilariño... siempre pasándola mal. Del otro lado, en cambio, podemos encontrar un Galeano, un Benedetti, un Neruda que tiernamente hablen de felicidad. Pero las muchachas, siempre hablando de muerte y fin, de soledad y ahogo. Aunque es cierto, es lógico. La doble opresión se siente en la literatura. La sangre derramada por la Patria Grande se siente en la literatura. Es una curiosa característica del mix género-continente. Pero lo digo indignada, eh, jamás como una mera descripción conformista. Más bien como una descripción indignada.
¿Ése será mi destino? Sexo: Femenino, Región: América Latina, Profesión: Escritora, Hobbie: Pasarla mal. ¡Me rehuso! ¡Me rebelo! ¡Me disconformo! Pero, ¿cómo combatir al Patriarcado y al Imperialismo en la escritura? Si aunque lo intento -¡y cómo lo intento!-, me reconozco en esa forma de escribir lúgubremente sobre el amor... (Nuevamente descripción indignada)

Alguien por favor que me recomiende lecturas para el verano de mujeres latinoamericanas que la pasen bien...

martes, 4 de enero de 2011

Dos niños

Fuimos una niña y un niño que se encontraron un día en la plaza. Y vos me prestaste tu rastrillo para que yo pudiera armar mi castillito, porque te gustaba. Y yo te convidé de mis galletitas, y cuando llegó la última te dejé la tapa con crema y me comí la otra, porque me gustabas. Nos gustamos y nos fuimos a caminar de la mano, y caminamos, caminamos compañerito de parque. Me invitaste a sentarme en un banco y a que me sentara al lado tuyo. Y nos miramos y me diste un piquito, que me gustó. Y entonces empezamos a amarnos. Nos amamos ingenuamente (pero nos amamos), nos deseamos infantilmente (con piquitos nos conformábamos), nos bastaron las curitas de Looney Toones para curar heridas (las pocas que teníamos). Jugábamos en la plaza, pero jugábamos a la mamá y al papá, soñábamos que éramos grandes y que teníamos nuestra propia casa, nuestro propio trabajo, nuestros hijos, nuestro perro; jugamos como niños. Y nos quedamos quién sabe cuántos días -no sabemos contar hasta tanto- en esa plaza que era nuestro lugar, nos perdimos la chocolatada de mamá, nos perdimos de jugar con nuestros otros amiguitos, de ir a hamacarnos solos nos perdimos... ¡pero es que estábamos tan enamorados! Nos alcanzaba con nuestros crayones y nuestros cuadernos, nos regalábamos dibujos y cartitas que sólo decían nuestros nombres, para nosotros eso era el color de la vida.

Un día nos sentamos a jugar al juego de la Oca. Yo caí en el número 15 y perdí un turno. Pero, vaya casualidad, en la siguiente vuelta caíste vos también. Y ambos perdimos el turno. Entonces ya no jugamos más, no nos dibujamos más, no me prestaste más tus juguetes, quizás sólo te fuiste a tomar la leche con tu mamá, pero te fuiste. Y yo me quedé sola en la plaza, en ese pequeño mundo que habíamos inventado para nosotros, donde estaba nuestra arena, donde estaba nuestro sol. En nuestra casa de muñecas me quedé, entre nuestros autitos y peluches me quedé.

Igual ahora estamos jugando a las escondidas, ¿no? Ahora yo te tengo que buscar, te tengo que encontrar, te tengo que ir a picar. Y tengo que salir de la casa, porque bien sabemos que no vale perrito guardián. Tengo que salir a caminar y buscarte, pero sé que te voy a encontrar. Y vos vas a salir de tu escondite (de paso, ¡qué buen escondite te fabricaste, que me costó tanto descubrirlo!), vas a salir y me vas a volver a buscar, te vas a enojar un poco porque te voy a haber encontrado pero lo mismo te vas a reír, con esos dientes de leche te vas a reír, a carcajadas te vas a reír y me vas a contagiar con tu risa, me vas a venir a buscar y nos vamos a abrazar y un piquito quizás te voy a dar. Y entonces vamos a volver a jugar a ese juego de la Oca que quedó inconcluso, porque perdimos un turno nada más, che. Y entonces vamos a caer ambos en el número 33, y el número 33 indica que tenemos que volver a empezar, y dá bronca tener que volver a empezar porque ya habíamos llegado al casillero ¡33! (ese número es muy grande, ¿no?), pero habrá que volver a empezar desde el principio. Pero todo eso va a pasar, ¿no?, porque a fin de cuentas ahora estamos jugando a las escondidas porque vos te encaprichaste nomás, pero ya vamos a volver a terminar el juego de la Oca que empezamos. Mi mamá dice que cuando uno saca un juguete después lo tiene que guardar, y eso es cierto, porque ahora están todas las fichitas tiradas por el pasto del parque, todo desordenado y eso no está bien... ¡mirá si se me pierde una fichita! A vos no te importa, claro, pero a mí sí, porque es mío el juego de la Oca que te presté para que jugáramos un rato juntos. No podemos dejar las fichitas tiradas por ahí, ¡tenemos que seguir jugando! Y quién te dice, en una de esas, ahora que nos toca empezar desde la Salida, podamos dejar de ser una niña y un niño que juegan a ser grandes.

De lejos te veo llorar, ¿por qué llorás? ¿Te lastimaste? ¿Te lastimé...? ¿Perdiste el soldadito que te había regalado tu papá? ¿Llorás porque me perdiste? Fijate bien, ¡estoy acá! ¡Te estoy buscando! ¡Te estoy esperando! ¿Llorás porque te encontré y vos te querías esconder para siempre? Pero los juegos nunca duran para siempre... ¿Llorás porque no es para siempre? Cuando seamos grandes también vamos a poder jugar, ¿eh? Te lo prometo. Pero decime, compañerito de plaza, ¿por qué es que llorás?

sábado, 1 de enero de 2011

Chau, no va más

Chau, presiones,
chau, exigencias,
chau desequilibrio
chau al no sincerarse,
chau a eso
Chau, soberbia, chau
Saberlo todo, ¡chau!
Chau a ser la mejor
chau a querer serlo
chau a intentar serlo
chau a llorar por no serlo
Chau, orgullo,
¡por favor!
chau, orgullo
Chau frustraciones,
chau decepciones
chau a la desilusión de ilusionarme
chau a idealizar al ideal
Chau a no quererme
chau a no querer quereme
Chau, mascaritas,
caretas amasadas
por el deseo de ser distinta
A todas ellas, ¡chau!
Chau a ser Otros
chau a mirarlos, a sentirlos,
a imitarlos, a modelizarlos
chau a no poder dejar de mirarlos
Chau inseguridades, chau,
chau a no poder mirarme al espejo
chau a no gustarme, ¡chau!

Hola 2011. ¡Hola!