viernes, 31 de diciembre de 2010

Una rutina que me lastima (si no estás vos)

Y es lo mismo de nuevo
Apagar equipo, bajo la persiana,
me lavo los dientes, apago la luz,
y me acuesto a dormir

Pero ya no estás
No está tu desnudez esperando en mi cama
a que me desvista y vaya al encuentro
No te levantarás al otro día, ni acariciarás
mi espalda, ni me cosquillearás con amor
No escucharé un "Buen día" y mucho menos
un "Hasta mañana"
No te retendrán ya mis sábanas
que supieron abrazar tu cuerpo y el mío y los nuestros
No me encontraré en medio
de esas manos que me arropaban y me hacían temblar
No nos volveremos a ver la noche siguiente, no
No estarás en en ese río de turbadas aguas,
en ese empedrado afuera
donde hay autos y bares y música y cerveza,
entre esas gentes de voces infinitas,
en ese lugar que de pronto fundamos nuestro
No aparecerás en mi agenda que planea un nuevo plan,
que sueña verte y hacer, que te extrañaba cuando no estabas
No estarás en ese puente
que construimos nosotros,
que caminamos nosotros,
que rompimos nosotros
No estarás entre mis brazos que solían tenerte cerca
No estarás en mi boca que te hablaba,
te besaba, te admiraba, te deseaba

¡Si hasta en mis versos faltarás!
En mis rimas, en mis palabras,
cuando deje de escribir
sobre vos, de vos, con vos, por vos
Y así como en el papel
faltarás también en mi cabeza
Ya no pensaré en vos,
ya no te recordaré,
ya te habré arrancado,
ya te habré olvidado,
y un gusto amargo
tendrán ciertas cosas,
porque el esfuerzo
no será suficiente
para volver a encontrarte
en mis pensamientos:
ya te habré olvidado.

Y sé que no te amo ahora,
sé no puedo amarte ahora
En esta fría habitación no se ama,
en estas ganas desganadas no se ama
No puedo amar a ese vos-sin-mí,
tan sólo puedo a este yo-conmigo
Tendré que acostumbrarme
a apreciarte mucho,
a quererte mucho,
y a nada más
Sé que no puedo amarte ahora,
sé que eso es lo que me duele

sábado, 25 de diciembre de 2010

Y se deshace el revolucionario...

Se deshace lo revolucionado
y hasta la misma revolución
Se deshacen el murguero,
su platillo, su tradición
Se deshacen los amigos,
el fernet y la pasión
También el antropólogo,
toda la cultura y fascinación
Y el rockero y el rollinga
y ese hippie seductor
y la lectura y el discurso
y las ansias de superación
y la plaza y el mate
y mi sereno conductor

Se deshacen la artista,
la música, la tanguera
Se deshace la amistad,
la locura sin fronteras
Se deshace la búsqueda,
preguntar sin tener respuestas
Se deshace la iniciativa
de encontrar cosas nuevas
o también la de volver
sobre algunas cosas viejas
Y la consciencia de estar
de este lado de la vereda
y el día feliz
y la noche fiestera

O tal vez no.

Tal vez no todo
haya sido
por este amor
consumido
Algo tiene que haber
detrás de ese aire tan frío
Algo que dude y resurja
y que forje otro nido
Quizás algún día
vuelva conmigo

O tal vez no.

Tal vez vuelva a enamorarme
de todo lo deshecho
pero no puedo saberlo
con mi cabeza en su pecho
Ya estuve mucho tiempo
sin saltar este trecho
llorando cada vez
que soltaba mi pelo
Quizás algún día
encuentre algo nuevo

viernes, 10 de diciembre de 2010

Piecesitos

Hace un tiempo, olvidé que lo que tenía para entregarle al otro era mi mano, y jamás mis pies. Porque mis pies, son lo único de lo que tengo el control absoluto, porque es con ellos con quienes tomo mis decisiones, porque son los únicos que nunca van a dejar de estar pegados a la tierra realidad, porque sin pies no hay rumbo por el que andar, ni camino que recorrer, ni pasos que dar, ni tiempos que marcar, ni puentes que cruzar, ni senderos para disfrutar, ni rutas para correr, porque sin pies no se puede armar y desarmar caminos, lanzarse tras objetivos, investigar terrenos, porque de los propios pies nunca hay que salir, porque sin ellos no hay elección libre y autónoma. Mis pies son mi base, mi propiedad, mi identidad, quienes me recuerdan un trayecto y me proponen nuevas metas, y si los pierdo, pierdo gran parte de mí.

Pero hace un tiempo lo olvidé. Los confundí, dejé que nos pisáramos, que nos descalzáramos, que nos fundiéramos en un solo par de pies. Lo olvidé. Y creí que estaba bien "que confundiéramos nuestros zapatos por la costumbre de caminar juntos". Realmente lo creí y hoy me doy cuenta de que habría sido mejor compartir un guante o una manopla. Si hace un tiempo lo olvidé, lo negué o me convino olvidarlo, hoy, desde la distancia desde la que se ve todo, recuerdo que uno no toma al otro de los pies, sino de las manos. Porque no está mal amasar una realidad de a dos, no está mal construir una historia manualmente, no está mal compartir nuestros caminos: está mal creer que de uno solo se trata, que nuestro camino es uno y es el mismo, perder la noción de qué es propio, qué es ajeno y qué es compartido, entregar hasta nuestras voluntades individuales. Mi camino es mío y sólo lo trazo yo. ¡Y cuánto más lindo es caminar tomándote de la mano!, pero seguir avanzando sobre mi propio rumbo y nunca perder de vista que soy mi propiedad, mi responsabilidad, que mi compromiso conmigo misma es el primero porque sé que valgo, lo sé y no tengo escrúpulos en decirlo. Cuánto más lindo de la mano... ahora comprendo. Y es que cuanto más libres de nuestras manos sean nuestros pies, más largos y fuertes se harán los brazos del enlace. Disfrutaríamos de ver a nuestros propios pies crecer, hacia arriba, hacia adelante, por los costados, si al fin y al cabo se trataría de una decisión personal. Nuestros cuerpos se verían divididos en tres partes distintas: vos, yo, nosotros, viviendo de a dos pero sin dejar de ser uno. La independencia no se vería opacada por el vínculo, por el contrario lo nutriría con esa confluencia entre dos pares de pies que con determinación, buscan seguir siendo dos. Y entonces, mientras anduviéramos cerquita (porque así nuestros pies lo decidieran), seguramente y sin vacilar, nuestras manos se atraerían para tomarse y formar el puente del compartir, de la comunicación, del interés y la atención, del respeto, de la confianza, de los aprendizajes, y de todo lo que se nos diera la gana darnos. Y el amor no es más que eso.

El hecho es que ahora, que acabamos por soltarnos las manos, ahora vuelvo a ver a mis pies, y no me queda más que prometerles que nunca más los voy a perder, no me queda más que reencontrarme conmigo misma y marcarme un lindo camino para conmigo recorrer.

domingo, 5 de diciembre de 2010

Conociéndote

Tan sólo un extraño fuiste,
tan sólo una extraña fui.

Pero al fin nos desnudamos
y acá estamos,
más que nunca extraños.

¿Quién somos?

miércoles, 17 de noviembre de 2010

17/11

Diecisiete de noviembre,
con vos velitas soplé.
Diecisiete de noviembre,
torta imaginaria preparé.
Y feliz cumpleaños,
dondequiera que estés.

Se lo grito al cielo,
pero me lo dice al revés.
Se lo grito al cielo,
y quizás vos me lo devolvés.
Se lo grito al cielo,
sólo espero que te lo dé.

Aunque si es cierto
que escucharme no podés,
si fuera acaso cierto
que aunque quiera no me ves,
me lo digo a mí misma,
acá sé que permanecés.

domingo, 14 de noviembre de 2010

Evaluación

Apellido: Escars
Fecha: 14/11/10.
Tema 1
Evaluación de Vida

1) Exprese la relación que se establece cuando reaccionan el Estudio (cuya concentración molar es de 85 M) y el Pasarla bien (cuya concentración molar es de 0.00002 M).
a) En un determinado (y efímero) momento, la reacción llega al equilibrio. Halle el valor de Kc, y disfrútelo.
b) ¿Por qué ese momento es efímero? ¿Se puede justificar esto con algún principio de la Cinética Química?
c) Cuando la reacción llega a fin de año, el equilibrio se rompe: explique qué puede haber pasado. ¿Es posible que se pueda reestablecer el equilibrio? Justifique con el principio de Le Chatellier.
d) Determine la presión parcial de cada una de las partes de su cuerpo en el instante en el que se rompe el equilibrio. ¿Cuál es la presión total? Halle el valor de Kp a lo largo del año, y detéstelo.

2) ¿Cuál habrá sido la longitud de onda de la voz del Indio el sábado a las 23.11 hs? Si en el momento t = 6 minutos, el Poder Ejecutivo está decretando un decreto de necesidad y urgencia, ¿eso alteraría la intensidad del sonido? (Tenga en cuenta el uso de micrófonos y amplificadores)

3) Grafique f(t), la función exponencial que describe su felicidad del sábado por la noche. Grafique, si es posible, en un mismo par de ejes cartesianos, las alteraciones que sufrirá f cuando el lunes llegue a su vida.

domingo, 7 de noviembre de 2010

"Pero yo lo quiero igual, como debe ser"

Mi barrio era tranquilo, casas bajas, comercios humildes, terrenos baldíos, esquinas acogedoras, gente linda. El sol abrazaba a mi barrio, la lluvia lo rejuvenecía, el viento lo sorprendía. Yo tenía "vecinos del barrio", "amigos del barrio", "oriundos del barrio"; había (poca) gente en mi barrio. En mi barrio la gente se saludaba, uno conocía a todos por nombre y apodo; el vecino, el kioskero, el almacenero y hasta las mascotas. Mi barrio solía ser un microuniverso al que acudía cuando me sentía triste. Mi barrio era mi fiel compañero, yendo conmigo hacia todos los barrios. Mi barrio me vio crecer, me vio aprender, me vio fracasar y volver a levantarme. En mi barrio transcurría mi vida, mis aventuras, mis historias, mis anécdotas, mis fortunas y desgracias, mi vida.

Malditos '90, malditos outlets, maldita migración demográfica, maldito imperialismo el de Palermo.

viernes, 5 de noviembre de 2010

Confesiones nocturnas

No me asusta, no,
cambiar
No me asusta si soy yo
pero todo sigue igual
Es más fácil ser vanguardia
que aceptar a los demás
Pero basta tonta Paula,
basta de opacar
En castellano:
me dan miedo los demás
Y acá sí que
en mí confío más
También yo, soy
loca por controlar,
por hacer encajar
cualquier realidad
¿Por qué otra cosa si no
ahora se me da por rimar?

lunes, 1 de noviembre de 2010

Candombe, murga y batucada

El sumiso tún tún los aplasta y los reprime. Son esclavos de la música que otros tocan, de aquel bombo opresor que condenándolos les marca los cortos y precisos pasos. Con la cabeza gacha, pero sin nunca dejar de moverse, deshacen sus cuerpos entre desgano y esperanza, ansiando alguna melodía de sueños y porvenir. Sus brazos terminan en un final negro y blanco que esboza los primeros compases de rebelión. Y entonces el platillo y entonces la liberación. Se rompen sus podridas cadenas, revolean sus piernas y sus pies sienten que tocan el cielo. Sus miradas terminan en sus manos, y con una sonrisa en el corazón escuchan gritos de rebeldía e ilusión. Aquellas voces que tan distintas se oyen, tan unidas se sienten entonando la misma canción, aquellas todas se funden en un coro iluminado. El impulso del canto acaba en los pies de estos bailarines que, al compás de la música, se contagian unos a otros, lanzando una carcajada de revolución.

viernes, 29 de octubre de 2010

El Otro

Escribo para que me escribas
Me leo en lo que vos leerías
Digo lo que te escucharía
Irradio tu reflejo
Emito tu eco
Me veo en lo que vos ves
Sueño lo que vos hacés

Vivo a través de El Otro

lunes, 4 de octubre de 2010

El futuro

Y sé muy bien que no estarás.
No estarás en la calle,
en el murmullo que brota de la noche
de los postes de alumbrado,
ni en el gesto de elegir el menú,
ni en la sonrisa que alivia los completos en los subtes,
ni en los libros prestados,
ni en el hasta mañana.
No estarás en mis sueños,
en el destino original de mis palabras,
ni en una cifra telefónica estarás,
o en el color de un par de guantes
o una blusa.
Me enojaré,
amor mío,
sin que sea por ti,
y compraré bombones
pero no para ti,
me pararé en la esquina
a la que no vendrás
y diré las cosas que sé decir
y comeré las cosas que sé comer
y soñaré los sueños que se sueñan.
Y sé muy bien que no estarás
ni aquí dentro de la cárcel donde te retengo,
ni allí afuera,
en ese río de calles y de puentes.
No estarás para nada,
no serás mi recuerdo
y cuando piense en ti
pensaré un pensamiento
que oscuramente trata de acordarse de ti.


JCor.

domingo, 3 de octubre de 2010

Bailás

vos también bailás,
¿sabés?
vos bailás en una
burbuja de resplandor.
y yo quiero bailar
con vos, me gustaría
subirme en
tu burbuja y quedarme ahí
para siempre.
pero el hecho es
que vos bailás murga,
ritmo alegre y movido,
y yo no sé
si es que
no sé bailar movido o
bailar alegre es lo que no sé.
a veces también puede ser
que te pongas a bailar un milongón
y entonces yo tengo que
seguirte tus pasos lentos,
y yo no sé si es que
no sé seguir tus pasos o
bailar murga es lo que no sé.
porque yo bailo tango, melodía lúgubre y gris.
pero que triste y todo, se baila de a dos.
y yo intento, intento
apoyar las manos en el placard
y esbozar algunos ochos desprolijos.
pero se me hace imposible
si no tengo a otro que
me marque el compás y al que
adornarle las figuras.
en cambio en tu baile individual
es muy fácil estar sin mí. cuando
vos bailás murga yo
te miro desde lejos, te
contemplo con distancia, porque es de a uno
y no hay ida y vuelta,
complemento equilibrado,
mutualismo artístico. te
miro desde lejos y ya sé, ya sé que
vos me sacás a bailar porque
intentás incluirme en tu mundo, pero es que
individual,
mutua,
o colectiva,
esa
no es
la danza que yo elijo; tu mundo
no es lo que yo quiero.
insistís
en sacarme a bailar,
cuántas veces te tengo que decir
que yo
no sé bailar murga.




por alguna razón cuando me estaba haciendo unos mates pensando en escribir esto, las palabras sonaban mucho mejor.

martes, 17 de agosto de 2010

Tristeza

[...] Mientras tomaba el café con leche descubrió a la tristeza en su pecho. ¡Buen día, Tristeza! Hacía mucho que no la veía por acá, no es que la extrañara, eh, para nada. ¿Y ahora por qué me vino a visitar? Ah, ya sé, debe ser por el hombre que ayer vi en la calle, sí, cada vez que pienso en él me pongo triste, muy triste, estaba tan solo... ¿No? ¿No es por él...? No se me ocurre otra cosa, señorita, por lo demás mi vida está muy bien, se debe haber equivocado de timbre entonces, vuélvase a casa y revise la dirección. Sí, estoy segura, no soy la persona a la que estás buscando. Vamos, ya me conocés, ya sabés que cuando me venís a visitar yo te abro la puerta y te dejo estar un rato largo, te digo: "Tomate... tómese, tómese su tiempo" (no me gusta tutearla, se merece todo mi respeto), siempre le ofrezco mi casa para que se quede cuanto tiempo quiera, pero estoy segura de que éste no es el día, con todo mi respeto, se lo digo. ¿Insiste? No, hoy no la quiero acá. Hoy... hoy tengo que estar feliz, porque hoy se va mi novio a Viena. ¿Ya le conté que mi novio se va a Viena? Sí, obvio que lo voy a extrañar, pero eso qué tiene que ver. No, no la necesito a usted, no necesito estar triste porque mi novio se va. Si total, qué me importa, me dijeron que las austríacas son bastante fuleras. ¿Y yo? Yo estaré bien, yo tengo muchos planes para estas dos semanas, ¿sabe? Sí, sí. Hoy mismo empieza mi cronograma. Esta tarde, después de despedirlo, me daré un paseo por el parque, me llevaré muchos libros para leer, no sé, no sé cuál voy a leer, por eso me llevo muchos, para elegir. Siempre hago eso con los libros, porque yo leo distintas cosas según lo que me esté pasando, ¿sabía?, aunque nunca terminé ningún libro yo leo mucho. Pero ahora no estoy muy segura de lo que me está pasando, entonces tengo que tener una buena oferta. Cuando esté en el parque... yo qué sé a cuál voy a ir, a un parque... Le decía, cuando esté en el parque, me preguntaré qué me pasa y elegiré dependiendo de la respuesta. ¿Que cómo voy a saber qué me pasa? Y bueno, empezaré a meditar, a pensar en mis días pasados, a buscar en el fondo de mi alma, voy a pensar en él, obvio, porque él está en el fondo de mi alma, claro, voy a pensar en el otro día, cuando me hizo cosquillas hasta que me caí de la cama, a veces me hace cosquillas con los dedos en mi panza, pero a veces basta con que me recorra los cachetes dándome besitos y entonces ya me río a carcajadas, sí, con su boquita nada más, no sé qué es lo que me da cosquillas, a veces porque está mal afeitado entonces me pincha un poquito, pero no me duele, nada de lo que me hace me duele, sólo me da cosquillas, y, sí, voy a extrañar un poco sus cosquillas. Encima yo me río tanto que le pido que pare, pero en realidad no sé si quiero que pare, a mí me gusta que me haga cosquillas, a él no le gusta, pasa que él es muy cosquilludo, cuando yo le hago cosquillas se ríe tan frescamente, parece que se le llenara la boquita de flores, de peces, de colores, sí, su boca cuando se ríe es como un arco iris invertido. Y la piel de su cuerpo es tan suavecita, le gusta cuando lo acaricio con las uñas, él no lo sabe pero en realidad es una especie de cosquillas, ¿o no? Yo creo que sí, y tanto lo creo que de repente los mimos son cada vez más rápidos, cada vez más juntitos, las uñas casi que no suben y bajan porque están presionando sus costillas, entonces su risa vuelve a volar, le da vergüenza que le haga cosquillas, es eso, entonces me pide no me hagas costillas, no me hagas, Cosquillas, le tengo que decir, porque él en realidad es un bebito y no sabe hablar, pero se sigue riendo, sus carcajadas resuenan en toda la habitación, las flores y los colores salen a borbotones de su garganta y a veces siento que veo un pentagrama en el aire y las notitas bailando ahí mismo, ya sé, soy una tonta, pero es que lo quiero tanto, Tristeza, no sabés cuánto lo quiero, con esa risita fresca, esos pececitos y esas costillitas. Sí, tenés razón, lo voy a extrañar, y lo quiero tanto tanto tanto.
Para entonces sus ojos ya eran cataratas que desembocaban en la taza de café, ¡pero si ella había dicho que no quería llorar!

miércoles, 21 de julio de 2010

Exigencias

De la misma forma en que en otros tiempos yo pretendía mucho de ellas,
ahora quizás,
ellas pretenden mucho de mí.

lunes, 19 de julio de 2010

teenvuelve



pasando,
creciendo,
 soñando,
 viviendo,
descubriendo,











haciendo,
deshaciendo,

 
pensando,

queriendo,

aprendiendo,


pudiendo,

siendo...


 

 ...te envuelve el tiempo,
¡te envuelve!

jueves, 15 de julio de 2010

Pepa.

A las 9.02 de la mañana, Agustina Dimola -mejor conocida como Pepa- abrió los ojos en la cama de su angosta habitación. El día 15 de Septiembre era un Sábado soleado y no pudo creer que ya se hubiera cansado de dormir, dado que la noche anterior se había quedado hasta las 2.30 dibujando y adorando a George Harrison. Cuando a las 9.07 agotó su paciencia intentando conciliar nuevamente el sueño, se levantó cual resorte de sus apocentos. Se dirigió a la cocina sin saludar a la abuela que estaba desayunando en la mesa a sólo tres pasos de distancia y se preparó una leche chocolatada con mucho Nesquick. Quiso tomarlo sentada en el sillón del living. Una vez que alcanzó una cierta armonía mental que le permitiría descansar un poco más aunque fuera con los ojos abiertos, las manos de su madre, cargadas de bolsas del Día de Villa Domínico abrieron eufóricamente la puerta de entrada. Entre quejas acerca del calor primaveral y porque otra vez la abuela se había olvidado de tomar la pastilla rosa, Graciela saludó dulcemente a su hija, mediante un ácido "Agustina, sacame al gato de la mesa". Ésta levantó su cuerpo desganado del sillón y echó a Malvaviscos de encima de los DVDs de la mesa ratona del living. Al verlos, Pepa sintió ganas de escuchar música. Observó de arriba abajo las largas filas de discos expuestas alrededor del televisor y encontró lo que la haría feliz a esas horas de la mañana. Se dispuso nuevamente a vaciar su taza al son de la dulce voz de Luis Alberto en Desatormentándonos.
Cuando se hicieron las 10.00, Pepa decidió terminar el trabajo de Plástica para entregar el lunes hasta que recordó que Ire era quien se había quedado con las témperas y pinceles que compartían. Tuvo el impuslo de llamarla pero cayó en la cuenta de que era la mañana de un sábado y se resignó a abortar la misión. Se lanzó pues a hacer los gráficos de Física y se hartó a las 11.15.
A los diez minutos le sonó el celular: mensaje de Dani. "Pepi, ¿el lunes hay prueba de Geografía?". Los lunes no tenemos Geografía, imbécil, sólo los martes y miércoles, como el martes en que faltó el tipo y salimos antes, y ese día me habías mirado mucho, me gustaste. Y entonces la puerta del colegio, la Pepsi retornable, tus amigos, mis amigas, nuestros amigos y amigas, tu pelo despeinado, tu mano en mi cintura, la mirada cómplice que le echaste al Gordo, "qué lindo te queda ese vestido", mi sonrisa, a lo lejos el grito de Juli y la risa de Pau, mi boca buscando un beso, "gracias", y casi volcás la Pepsi, el topo te hubiera pegado, y me reí, y seguro estabas por decir algo de mi risa y en cambio "pero seguro a Bruno le gusta más", y perdiste otra vez. Mi enojo, tu eterna cara de nada, mi mediavuelta, mi bronca, tu indiferencia, las chicas puteándote, yo fingiendo odiarte, y entre tantos sentimientos, mi mayor deseo: el que te vayas, y mi mayor temor: el que me dejes. Un lagrimón brotó de sus ojos y escuchó que la comida estaba lista.
A las 13.37 se fue de la mesa sin levantar un plato porque ese día le tocaba a su hermana Julieta. Se encerró en su pieza, tomó su celular y vio que tenía un mensaje nuevo. "Che, ¿las cosas de Plástica las tengo yo?", a lo que Pepa respondió: "Sí, Ire". Y a los tres minutos no quiso pero sí quiso hacerlo: Mensaje nuevo - Dani - Escribir mensaje - "Jajaja no, los lunes no tenemos geografía, petón! El lunes hay prueba de Química" - ¿Enviar mensaje? - Sí, y entonces se arrepintió de haber sido tan amable. Tendida en la cama, se puso el celular en el pecho y mantuvo la mirada al frente durante unos minutos. Tendría que haberle dicho que sí, que a Bruno le gustaba más y que él me lo demostraba, que él me invitaba al cine y no me cambiaba por otra, ni siquiera por Cargogrí, que él es bueno y nunca me haría mal, él me escucha y el Negro dice que le gusto... ¿por qué entonces sigo pensando en Dani y no puedo ser feliz con Bruno? Se puso la almohada en la cara y apretó fuerte. Mantuvo la mente en blanco hasta que para despejarse decidió irse a duchar.
Tardó exactamente once minutos en bañarse porque ella no cree esas pavadas de que la duración determina el placer ni la calidad, no. Disfrutó profundamente de una ducha en la que se limpió a fondo, en un poco más de un sexto de hora. Se envolvió en una toalla verde que descolgó de la percha. Con su mano izquierda desempañó un círculo del espejo que le permitiría ver su cara. Se acercó un poco más para verse mejor. Abrió el cajón y sacó una pincita de depilar. Se retocó las cejas y la volvió a guardar. Siguió jugando con el espejo, desempañó el contorno de sus hombros con el dedo índice. Al alejarse un poco se sorprendió de su pequeña contextura. Se divertía haciéndose encajar y luego desencajándose en el perímetro delimitado. Una vez que el vapor comenzó a hacerse agua y a deslizarse cuestas abajo por el espejo, sacó del banitoris una toalla pequeña con la que se envolvió el pelo.
A las 14.19 salió del baño con la toalla arrullándola y se dirigió a su habitación. La cama estaba deshecha, un gran desfile de almohadas y almohadones casi no le dejaban ver las sábanas. En el piso había ropa tirada y juegos de Play en el sector cercano al televisor. Abrió el cajón del ropero y eligió el conjunto de corpiño y bombacha de las vaquitas. Sacó del de la hermana un vestido violeta floreado y se lo puso. En poco menos de quince minutos ya estaba vestida y su pelo enredado estaba endureciéndose gracias a la sequedad del ambiente.
Habiendo pasado ya las 14.30 de la tarde, Pepa consideró que Pau se estaría levantando y sería hora ya de mandarle un mensaje. "¿A las nueve en tu casa, loquita?". La respuesta llegó como a los veinte minutos luego de la cual Pepa suspiró pero se rehusó a protestar. Justo en ese momento, y como en una manifestación divina, sonó el celular con el rington preestablecido para Dani. "Gracias, Pepita. Siempre vas a estar ahí para sacarme un problema de encima y cargarme con otro". Sin siquiera poner Atrás, Pepa revoleó el celular que terminaría abajo del escritorio.
Faltaba para que tuviera que partir hacia lo de Juli y pensó en qué podía hacer para matar el tiempo. Escuchó a Graciela decir que se iba a comprar comida para el perro o para el gato, quién sabe. Sintió entonces esas incontenibles ganas de leer Rayuela, sólo para sentir un poco de lo que sienten todos. Sigilosamente se acercó a la biblioteca, a la sección de literatura. Las agujas del reloj habían puesto amarilla a la literatura de los '60. Todos los fuegos el fuego, Bestiario, El libro de Manuel... Bingo: Rayuela. Lo tomó del lomo y desmenuzó con los ojos el dibujo de la tapa. Algunas hojas estaban sueltas pero lo mismo no le importó. Se sentó en la mesa del comedor y abrió el escrito. Salteó el prólogo como de costumbre y comenzó a las 14.55. "¿Encontraría ahora a la Maga? Tantas veces..." y fue interrumpida por el teléfono. Atendió y del otro lado escuchó la voz de Ire que tenía ganas de sentir a su amiga cerca. Pepa le contó de los mensajes, hablaron mal de Dani, comentaron los temas que entraban en la prueba de Química, Ire mencionó algo acerca de su preocupación y se produjo un silencio, Pepa introdujo otro tema describiendo el dibujo de George que había hecho la noche anterior mientra lo observaba orgullosa. Intercambiaron algunas anécdtas más y cuando se hicieron las 15.45 Pepa recordó que ya era hora de irse a lo de Juli. Cortó el teléfono y prosiguió a alistarse.
Se lavó los dientes, se arregló el pelo, se puso perfume. Se detuvo unos segundos en un grano ínfimo que le había aparecido arriba del labio. Fue en busca de su set de maquillaje y se aplicó suavemente base líquida por toda la cara. Luego fue el turno de la base en polvo y por pura costumbre se delineó los ojos. Salió del baño a las 16.07 y entró al cuarto de la madre que ya había regresado. Abrió su ropero y tomó un saco que le combinaba.
Buscó la billetera en el bolsillo del sobretodo y descubrió que sólo tenía dos billetes de dos pesos. "¿Agustinita, necesitás monedas?", Graciela sacó la lata del armario y juntó en total siete pesos para que su hija pudiera tomarse todos los transportes desde Avellaneda hasta Palermo. Rejuntó dos mudas de ropa, dos CDs, desodorante, celular y finalmente la billetera, y los colocó en el morral amarillo.
A las 16.24 se estaba dirigiendo a la parada del 24 en la Avenida Belgrano, dispuesta a ir a la casa de su amiga Juliana.

Agosto 09

lunes, 12 de julio de 2010

b
o
m

b
ó
n



(...............hoy me sometí a tu juicio...............)

En modo subjuntivo.

El modo subjuntivo expresa a la acción como un deseo, una duda o una posibilidad: "¡Quisiera saberlo todo!", "Tal vez ahora se sienta mejor", "Probablemente lo arreglen a la tarde", respectivamente. Tanto en futuro como en presente, este modo tiene valor de futuro dado que se trata de una acción de la que todavía no se tiene certeza. Un deseo puede ser deseado para ahora o para mañana, pero mientras de deseo se trate, la factibilidad queda al margen. Esto ocurre cuando se lo utiliza en proposiciones subordinadas: "Ojalá que no llueva", "Me gustaría que te fueras un rato", etc.


Vení, soñemos juntos.
Quedate conmigo girando entre la dulzura que no tiene tiempo. Que nuestros cuerpos se huelan, se palpen, se elijan y se desmayen de placer en cada instantáneo ardor de dos amantes. Que todo huela a perfume cálido, que se oigan mumurar los consejos de la calma, que el fuego sólo sea pasión y el dolor sólo la dulce muerte en que me desnudás.
Que nuestras voces griten que son mudas, ahúyen verdades, jueguen a soñar nuestros futuros; que confundamos nuestros zapatos por la costumbre de caminar juntos. Que de cada lágrima hagamos un mar de esperanzas, que de cada frustración aprendamos un poco más, que tu felicidad renazca cada día y me invites a redescubrirla.
Que con cada nuevo proyecto reafirmemos nuestras ganas de querernos, que nunca perdamos la voluntad de relacionarnos bajo un vínculo sano que nos haga bien; que el deseo de estar juntos venza el terror a fracasar, el miedo a amar y la apatía de construir.
Que con tan sólo ponernos en puntitas de pie toquemos el cielo y que baste con amarnos para entender que la luna está a nuestro alcance.

Febrero 09

sábado, 10 de julio de 2010

Solcito


"En los espejos fríos de la oscuridad
aparecieron tus colores..."

La Renga.




Llegaste como espuma de ola.
Yo andaba sola como la eternidad,

perdida y hasta sin alma,

incrédula de toda credulidad,
extraña entre los míos,

sola en la turbia oscuridad.


Tu vida me envolvió y me dejó
muerta bajo tanto belleza.
Y ahí nomás supiste ablandarme,
dejarme admirar tu grandeza,
y ahí nomás dejaste difusas

todas las certezas.

El brillo que en mí dejás caer
es el que vos mismo irradiás,
un solcito en frasco de metal.


Tus labios besaron mis penas
y abrazaste mis dolores,
tus manos tocaron mi locura
sin importar sus colores,
con tu amor teñiste mi historia
que en el fondo era tan pobre.


Me rindo ante la evidencia
de que sedujiste mi orgullo,
y de saberme tan feliz
al sentir que lo mío es tuyo.
¿Cómo puedo no amarte si podés
abrir mis angustias como un capullo?
Feb 10

Tempus fugit


Quizás es sólo el tiempo, maldito tiempo
que nos condena a las preguntas sin respuestas...

Gran verdugo el tiempo

Verdugo del príncipe azul, de ese que nos venden como realidad
Verdugo del para siempre y el hasta nunca
Verdugo del amor a primera vista, cuando llega la segunda vista
Verdugo de la felicidad inmortal
Verdugo de la pasión
Verdugo del amor sin límites
Verdugo de la infancia, luego de la adolescencia, más tarde de la adultez, y
/ finalmente de la vejez
Verdugo de los goces y las libertades falseadas
Verdugo del soñar e imaginar a futuro
Verdugo de la maravillosa tarea de descubrir
Verdugo de lo diferente, de lo desconocido, de lo extraordinario y lo inimaginable
Verdugo del espacio cuando se superpone y lo condiciona
Verdugo del pasado, del presente y del futuro
Verdugo de todo aquello que alguna vez no tuvo tiempo

Verdugo de sí mismo cuando uno intenta atraparlo



Desde tus ojos se ve mucho más

"Ah, dejame entrar,
dejame ver algún día como ven tus ojos"
JCor.

¿y está bien esto? hay veces que me lo pregunto. yo sé, yo sé que el Deber hacer no debe ser más grande que el Querer hacer, y que si el Querer hacer es encontrado con el Deber hacer no hay más vuelta que darle, sólo seguir adelante con ese Querer hacer. yo sé, yo sé, que vivir sólo cuesta vida, que el deseo es una elección, que la vida se trata de elegir algunas cosas y prescindir de otras.
pero todo esto me lo digo para convencerme, todo esto lo repito del pajarito, del cassettito, de las palabras de mi madre, de las canciones del indio, de quién sabe dónde. vos lo creés, sin dudas; yo quiero creerlo y no puedo. para vos es fácil, vos tenés esa maravillosa capacidad de vivir en la serenidad del alboroto, vos tenés el Ya fue más fácil que el Está mal, vos vivís en la salud del morir y en la tranquilidad del nacer. y ni siquiera lo sabés, ni siquiera lo sabés, porque no necesitás pensar tanto como yo, no necesitás preguntarte una y otra vez las cosas. vos vivís más libre, y podés hacerlo porque no tenés esa nube negra ahogándote todo el tiempo, no tenés esa consciencia que te dice que tendrías que estar en otro tiempo, no tenés esa angustia que te cierra el estómago y te marea la cabeza, no tenés a ese verdugo que te condena sin apelación, no tenés a la culpa dándote vueltas y vueltas.

está bien esto. casi no te lo preguntás. vos sabés, vos sabés eso del Deber y del Querer, sabés qué pasa si se encuentran, vos sabés qué hacer. vos podés equilibrar el Deber, el Querer, el compromiso, el deseo, la responsabilidad, la elección, la casa, la novia, la familia, la agrupación, los deberes, el estudio, el padre, el fútbol manager, la revolución, los libros. vos sabés, vos podés, a vos te sale.


no necesitás decírtelo para convencerte, ni repetirlo del quetejedi ni de la vieja de la esquina. vos lo creés, sin dudas; yo lo creo y no lo pongo en práctica. yo siempre voy a sentirme en falta con algo o con alguien. yo siempre voy a estar fuera de mi eje: o sobrecargada con los demás o sobrecargada con mi egocentrismo.

y si hay algo que quiero aprender de vos, si hay algo que quiero que me enseñes, que me transmitas, no son las bases del materialismo dialéctico o la formación del equipo de gimnasia para tal o cual partido. si hay algo que me gustaría incorporar de esa maravillosa persona que sos es tu tranquilidad para vivir. me gustaría ver algún día como ven tus ojos, me gustaría que las cosas fueran pluma y no plomo. ¿me enseñás?
Oct 09

Rimas

Esos ojos mudos
me desatan este nudo
que ata lo que dudo.
Un sentimiento que vuelve,
el tiempo que te envuelve
y un pasado que se disuelve.
Tu extenso amor furioso,
mi eterno temor penoso,
un deseo mayor poderoso.
Riman, concuerdan.
Sólo espero que no muerdan
esas rimas que nos salen
y que en tu boca arden.
Sólo espero que encajemos
todo aquello que queremos
y que por fin deje de rimar.


Agos 09

Ser palabra


Me acuerdo de un tintero, de una lapicera con pluma "cucharita", del invierno en Banfield: fuego de salamandra, sabañones. Es el atardecer y tengo ocho o nueve años; escribo un poema para celebrar el cumpleaños de un pariente. La prosa me cuesta mucho más en ese tiempo y en todos los tiempos, pero lo mismo escribo un cuento sobre un perro que se llama Leal y que muere por salvar a una niña caída en manos de malvados raptores. Escribir no me parece nada insólito, más bien una manera de pasar el tiempo hasta llegar a los quince años y poder entrar en la marina, que considero mi vocación verdadera. Ya no hoy, por cierto, y en todo caso el sueño dura poco: de golpe quiero ser músico, pero no tengo aptitudes para el solfeo (mi tía dixit), y en cambio los sonetos me salen redondos. El director de la primaria le dice a mi madre que leo demasiado y que me racione los libros; ese día empiezo a saber que el mundo esta lleno de idiotas.

JCor.