miércoles, 23 de noviembre de 2011

jueves, 6 de octubre de 2011

Términos y Condiciones para Amar a la Mujer Rota

1) Si me va a amar, ámeme a toda mí. No soy pedazos de tiempo, soy un combo completo. No es posible seleccionar algunas partes y desechar otras, y tampoco existe la opción de "Agrandá tu combo" por dos pesos. Soy lo que soy, lo que me sale ser, y si todo eso no lo enamora, simplemente no fuerce el enamoramiento y aléjese.
2) Nunca pero nunca, me diga que soy la mejor en algo (es el error que viene cometiendo mucha gente en mi vida, y por lo que cargo con la cruz de las sobreexigencias y las frustraciones). En todo caso dígame que, para usted, soy la persona más especial, pero que allá afuera soy una más.
3) Nunca corte el hilo de mis ambiciones. La vida para mí es encontrar objetivos y correr tras ellos. Si me pone palos en la rueda, o bien me deja sin objetivos -y sin vida-, o bien las cosas empiezan a andar mal entre nosotros. Acompáñeme en mis elecciones, aliénteme y míreme desde el puente.
4) Ábrame de par en par las puertas de la confianza. Y manténgalas abiertas desde el comienzo hasta el final. No es fácil para mí hablarle a los demás sobre mí: demuéstreme que le importa que le hable de mí, pregúnteme, indague, siéntame, descubra. Y entonces sí voy a hablar, entonces sí voy a deslizar las palabras por mis labios ¡y ya no habrá nadie que me pare! Ese día será el día en que sienta que empezamos a confiar en nosotros.
5) Cuando hablo de las cosas que no sé hacer, entienda que es algo que me cuesta. En consecuencia, no se burle de mí; sólo hágame entender que "está todo bien", que algún día voy a tener que aprender a reirme de mí.
6) No me censure nunca, déjeme ser. Cuando me ponga a cantar a los gritos una canción de Cristian Castro, cuando tenga ganas de dormirme mirando Tom y Jerry, cuando baile sola y como una loca en medio de la cocina algún tango que me gusta mucho, cuando me ponga a correr en la vereda, cuando le sintetice el análisis que me surgió determinado texto... Respete mis impulsos y no los reprima: recuerde que a ellos también los tiene que amar.
7) Sé que puedo parecer fuerte y dura, pero le aseguro -y lo digo por experiencia propia- que si escarba un poquitito se encontrará con una Yo tierna y débil. Aproveche la ternura, porque cuando me entrego, me entrego en serio; pero nunca se aproveche de mi debilidad, no me haga creer que ésa soy yo para su conveniencia: yo soy la fuerte y dura, sólo que a veces el tiempo me pone blandita.
8) No quiera conocerme de una vez y para siempre; no se dé a conocer de una vez y para siempre. Conozcámonos por etapas, como si fuéramos dos cebollas, vayámonos sacando capa por capa sin apuros, disfrutando de cada una. Y guardemos siempre el centro (que llamaremos "intimidad" o "privacidad") para cuando estemos seguros de que eso también lo queremos entregar.
9) No intente esconderse detrás del orgullo, conmigo el orgullo ajeno no funciona: el propio siempre le gana. La palabra que más me gusta escuchar de otro es "Perdón", no sólo porque me lo dicen sino porque así también me enseñan a decirla.
10) No deje que lo quiera cambiar. Si algún día empieza a percibir eso, use estas palabras: "No intentes cambiarme", y entonces voy a saber que tendré que buscar otra forma de entrarle.
11) Póngame en mi lugar si le llego a faltar en algún momento al respeto, de la forma en que sea. A veces me voy de mambo y lo sé, pero si me lo hace notar, ¡juro que puedo cambiarlo!
12) No dejemos que nuestro amor se convierta en una abstracción, que nuestro amor sólo sea “estar juntos”. Amémonos en la tierra Realidad (y no en la tierra Romanticismo), amémonos en cosas concretas (y no en palabrerío absurdo), amémonos mirándonos a los ojos pero también compartiendo con esas otras gentes que están ahí afuera a las que queremos mucho y que nos quieren también.
13) Nunca deje de decirme algo que le molesta o lo aqueja; no permita que llegue el día en que yo deje de decirle algo que me molesta o me aqueja. No perdamos nunca la sinceridad ni la comunicación fluida, porque es ley: tema que no se habla, tema que se convierte en tabú.
14) Si algún día le llega a pasar algo así como que no sabe muy bien qué es lo que quiere para usted, para su vida, para nosotros... no deje que mi obsesión por planear todo nos opaque. Sólo demuéstreme lo lindo que puede llegar a ser levantarse un día con el planteo de preguntarse quién es uno y con el desafío de tener que salir a buscar la respuesta; lo lindo que puede llegar a ser poder vivir sin saberlo todo, sin controlarlo todo, dejando que a veces la vida te sorprenda y te invite a vivir lo desconocido.

Aclaraciones finales:
- Se admite que el pretendiente sea un Hombre Roto (puesto que estos son los únicos que han tenido la enorme valentía de amar).
- Se acepta -e incluso se prefiere- que el pretendiente traiga consigo sus propios Términos y Condiciones. Se puede prever una cita inicial, en la que se pondrán ambos listados en la máquina de La Compatibilidad Amorosa, la cual determinará mediante una serie de cálculos, si nuestra relación podría o no tener futuro. En cuyo caso, todo habrá quedado como una sola cita de iniciación, y usted aparecerá en mi recuerdo, tan sólo como un no-correspondido más.

Habiendo el pretendiente sido previamente advertido por estos Términos y Condiciones, se da por supuesto que entiende que está ante una Mujer Rota. Ya lo dice aquel tango: "Además hay un motivo para quererte y cuidarte: / Se adivina con mirarte que no te han querido bien". Aún así estoy convencida de que no todos los hombres tienen los huevos suficientes como para amar a una Mujer Rota (e incluso a cualquier mujer). Sé, por lo tanto, que con esta advertencia correré el riesgo de espantar a unos cuantos. Pero me consuela saber que el espantarlos ahora, me ahorrará unos cuantos sufrimientos venideros. Sólo quedará un pretendiente, aquel que realmente esté dispuesto a amarme -conociendo todas las particularidades del caso-; tal pretendiente, será el único que valga la pena.

martes, 4 de octubre de 2011

Fiesta de Despedida I

Es una noche de fiesta. Una multitud nos espera para danzar nuestra despedida. Es una multitud silenciosa, que se oculta invisible en nuestras copas o en mi vestido. Entre esas gentes están todos y todas los que alguna vez nos acompañaron en nuestro trayecto. Están los amigos que nos vieron alejarnos en esa bifurcación de rutas. Están las amigas que supieron ser jueces o modelos o misterio. Están los amigos con los que compartimos un fernet y con los que no pudimos mostrarnos enamorados. Están las amigas que acompañaron el amor, el florecer y los cambios, y también aquellas que nunca pudieron asimilarlo. Está la familia entera como si fuera un domingo en lo de la abuela. Están las mamás y los papás y las hermanas y los tíos y abuelos y hasta los nietos que no conoceremos. Están todas ellas, "las otras", y todos ellos, "los otros", hayan existido o no en la realidad; estaban ahí porque existieron en nuestras mentes. Y estaban todos los señores y todas las señoras que alguna vez se apoderaron de nosotros: la señora Inseguridad, el señor Deseo, la señora Pasión, el señor Llanto, la señora Eternidad, el señor Amor, la señora Tristeza, el señor Miedo, la señora Angustia, el señor Camino, todos los señores y señoras que alguna vez se tomaron una copa con nosotros. Los reunimos a todos para despedirnos y despedirlos. Tomamos unos tragos mientras charlamos y nos amigamos con los fantasmas que, aunque no lo decimos, sabemos que están. Tratamos de asumirlos, de descubrirlos y adivinarlos, dialogamos con ellos porque de alguna forma, esos fantasmas son nosotros. Hay mil fantasmas y los vemos y nos reímos, mil ayeres que se encuentran en un hoy, en una noche especial: una noche de fiesta.

Pero los reunimos en una multitud silenciosa. No son más que fantasmas que nos rodean y que nosotros no vemos del todo. Nosotros creemos estar solos en ese living descontracturado que alquilamos para festejar. No es tu casa ni la mía, es un lugar totalmente desconocido, elegido para la ocasión. La luz, el ambiente, la temperatura, ¡es todo de películas! Porque hoy, hoy es una noche de fiesta. Te invité una comida especial, hay pechugas de pollo al horno con papas, ¿te gusta? Yo sé que sí. Yo estoy vestida muy elegantemente para la ocasión. Llevo un vestido de fiesta, peinado y maquillaje elaborados, taco aguja y una sonrisa fresca. Vos estás de jean y zapatillas, no te bañaste y tu mirada está perdida, como si nada de todo esto estuviera pasando. Cenamos juntos, nosotros y nuestros fantasmas, esta fiesta y nuestro ayer. Todo es carcajada, todo es sonrisa y felicidad: ¡estamos de fiesta!

Pongo música porque la música es linda para festejar. Te saco a bailar pero me rechazás. Te da vergûenza bailar, desontracturarte, desnudarte bailando. Y ahí estoy yo para mirarte a los ojos y decirte: "Estamos solos hoy. No hay nadie que pueda juzgarte", y me sonreís, y agrego: "Yo tampoco te voy a juzgar. Bailemos por última vez", y entonces te gano, y entonces rompemos la pista. Nos lanzamos y nos lucimos y nos entendemos y hacemos muecas graciosas y bailamos como más nos gusta y seguimos riendo. No hay nadie más que nosotros en esa pista que convertimos en escenario para hacer un número especial: el número de la última vez.

domingo, 11 de septiembre de 2011

Fumarte es perjudicial para mi salud

No me cabe duda de que en tu esencia
                                    hay nicotina.
No me cabe duda de que probarte
                           fue un viaje de ida.

Te prendo / te fumo / te apago.
Y de nuevo quiero otro poquito.
Mientras escribo te pienso.
Pienso en que otro más necesito.

No quiero depender de vos.
Y me duele no saciarme
No quiero atarme a tu atado.
Y cómo hacer para escaparme.

Pero me seducís
apagado y sin presión.
Me gusta encenderte
y verte en acción.

Sos brasa cuando brillás
                           en la plenitud
de ese corto tiempo que durás.
Y ceniza te vas haciendo
                             en la tristeza
de esa facilidad con la que me dejás.

Yo te consumo / pero siento
que vos me vas consumiendo.
Entrando en mi pecho para quedarte
y yéndote como humo en el aire.

Si al fin y al cabo,
de tus decisiones soy esclava
Vos sabés lo que yo
suelo dar por una pitada.
A vos igual te da,
y no te importa nada.

Mientras yo mi vida voy dejando
vos todo el poder vas ganando.
Y de eso se trata el juego
                de esta adicción
que a vos te gusta jugar
                 y a mí tanto no.

Al eterno y recurrente dilema
de no saber si dosificar o dejarte,
siempre reacciono desesperada
    y fumo mucho más que antes.

domingo, 28 de agosto de 2011

Jugando al futuro

Jugando a ser otra
se consumen mis días,
vuela mi cabeza
y mis horas giran.

Jugando de juego,
de mentiritas, de chiste.
Jugando al futuro
como en viejos tiempos.

Jugando a ser otra,
la proyección de mí,
el susurro de un sueño
en el silencio de ser.

Jugando porque sí,
desarmando mi vida,
olvidando lo que soy
por pensar en lo que seré.

Ayer, hoy y mañana
se configuran en el tiempo
en el que sólo juego a ser otra
soñando que no soy yo.

lunes, 8 de agosto de 2011

sábado, 23 de julio de 2011

Palabras

Qué fácil hablar de ustedes
qué difícil a través de ustedes
Me jacto de ser una artista
y para la expresión no estoy lista

Me gusta moldearlas,
amasar las palabras,
armar inmensos castillos,
lustrarlos y que salga brillo
Me gusta moverlas, elegirlas,
acomodarlas, y así decirlas

Pero sólo si el sonido
no termina en otro oído

Al papel, ¡qué placer!
Al espejo, de reflejo
A mí misma, todavía
En mis sueños, son sin dueño
Con un mate, ¡agarrate!

Pero en otro oído
lo siento prohibido
Antes que compartir
me surge eludir
Y a aquella pregunta que florece
y que se oye siempre más fuerte
respondo, a ver qué te parece...
"Yo todo bien, por suerte"

lunes, 18 de julio de 2011

Tambaleando

Tambaleando con una mochila en mi espalda.
Con la irresponsabilidad de creerme responsable,
con la alienación de querer ser compañera,
Tambaleando por la presión de andar equivocada,
en este circo que amrma el desconcierto de la novedad.

Tambaleando en la invasión de mis espacios,
con las quejas de probar la tolerancia.
Cerrando puertas, superando límites.
Tambaleando en mi autodestrucción.

Tambaleando con labios oprimidos y penitas endógenas.
Tambaleando con palabras que callan.
Abrigada por esta fría soledad tambaleando,
perdiendo tiempo en el tiempo de descuento.

Tambaleando con mi desnudez insegura,
con mi naturalidad forzada.
Tambaleando en este no saber ser,
donde no hay más respuestas
que mis propias preguntas,
en este camino teñido de todo aquello
que no quiero ser.

Tambaleando por andar,
por aprender y olvidar,
y por olvidarse de aprender,
y por aprender cómo recordar.
Tambaleando y olvidando
cómo se hacía para ser yo.

viernes, 1 de julio de 2011

1 de julio

Me dormí al finalizar el otoño y cuando me desperté, la Primavera me estaba esperando con el desayuno en la cama. ¿En el medio? Un invierno que me pareció un sueño. Un sueño por lo intenso, por la sucesión de cuadros de lo más diversos y novedosos que revolucionaban toda mi vida. Un sueño por lo irreal, por lo ilusorio, por lo maravilloso, por lo improvisado, por lo sorprendente, por lo increíble e impensable. Por preguntarme hasta dónde llegaría esa realidad que me parecía cuento de hadas, cuánto duraría esa felicidad que parecía de cartón, cuándo dejaría de sentir esas mariposas que avergonzaban a mi orgullo y desnudaban a una Yo estúpida, romántica e idiota. Qué mina desconfiada, ¿no? Pero no me vas a decir que no era para dudar de aquella brisa que nos trajo el viento casi sin razón que nos hacía poner así. Tenía que ser un sueño. Y alguien tenía que pellizcarme.
Fue la señora Primavera, que primero me convidó con un mate amargo; lo tomé con la yerba de la Realidad, chupé la bombilla de la Consciencia, y cebé otro con el termo del Seguir Disfrutando. Me convidó tostadas que sabían a Retrospectiva, a Aprendizajes, a Cambios. Sonó la alarma del "Esto va en serio" que decidí posponer diez minutos. Complementé mi desayuno con la mermelada de la Esperanza, de las Nuevas Metas y de los Proyectos. Y sonó la segunda alarma, la del "Elijo seguir". Y entonces seguí cebando con el termo del Disfrute el mismo mate de la Realidad.
Me levanté de la cama y entendí que nada había sido soñado, que la vida me sonreía y me invitaba a vivirla. Y yo decidí seguir viviéndola con vos, desde aquel invierno que significó un inmenso cambio, desde aquel invierno en el que mis palabras nunca dejaron de acompañarme y mis manos de sostenerme.

Un invierno que hizo posible que un día como hoy, a esta hora, estuviéramos tomando una cerveza en un parque. Cuánto calor que debía haber entre nosotros, para haber tomado la tan osada decisión de salir a simplemente cagarnos de frío.

domingo, 26 de junio de 2011

La Hache

empilchada, trucha
cholula y sin chances
esa chichi que chamuya los hechos
un bache que hacha chismes y chistes

la escrachan los chicos
que hinchan con que
achica las chacareras
y le chorea la cháchara al chamamé

esa chichi que chamuya los hechos
se ducha en un hechizo:
escuchar pero no charlar

sábado, 18 de junio de 2011

Reconstrucción

¿Cuándo fue que las fichas comenzaron a reacomodarse?
¿Cuándo fue que se terminó de reconstruir el rompecabezas?

Y las dudas se hicieron certezas
                                                 (o interpretaciones).
Y las preguntas se convirtieron en respuestas
                                                                   (o en retóricas).
Y los miedos se transformaron en coraje
                                                              (o en impulsos).

Pero las fichas comenzaron a reacomodarse.

viernes, 27 de mayo de 2011

"Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos"

El tiempo como un escalofrío que me ataca. Ya no me da complejos, no más inseguridades, no más miedo. Pero me sigue atacando. Me estremece, me sigue envolviendo y ¡ay! cuánto poder que despóticamente imparte el tiempo. Respeto, eso me provoca. Me maravilla y me genera reflexiones. Y cuántos otros que ya no están. Y cuántas yo que ya no están. Qué distinto que era todo antes... ¿y quiero volver? No, sólo quiero aprender. ¿De quién? ¿del tiempo? No, quiero aprender de mí. El tiempo es experiencia. Pero el tiempo también es desafío. Y es comparación. Y es anécdota, y es saber. Y es extrañar, ¿y qué quiero? No importa qué quiero, pero ¿qué siento cuando escucho al tiempo, cuando lo veo o lo huelo? Siento un escalofrío que me ataca.

sábado, 30 de abril de 2011

Primavera 2010

Tengo que escribirte, Primavera2010
porque desde que me atravesaste, guardo
un sabor amargo que evoco con rencor,
una pena que no te perdono.
Me clavaste la espina de tu rosa,
una gran espina que aún sangra
y no me deja tranquila.

Tengo que escribirte, Primavera2010
para poder comprenderte un poco,
porque no entiendo
por qué tuviste que existir,
por qué tuviste que ser así,
por qué me arrebataste tantas sonrisas
y me convidaste tantas lágrimas
que yo no quería.
Todas tus esquinas estuvieron rotas
¿por qué tuviste que romper
las mías también?

Con los poderes que El Tiempo
y La Muerte te dieron,
te disfrazaste de Ausencia,
de Soledad y de Fracaso,
te disfrazaste de Bruja,
de hechicera de malos tiempos.
¿Quién me dará explicaciones?
Quién me dará las razones
para comprender cómo pudiste ser
tan torbellino de tristezas,
tantos golpes en el alma,
tan despiadada conmigo.
Estación de pérdidas,
¿por qué te la llevaste tan pronto?
Estación de inseguridades,
¿por qué me torturaste tanto?
Estación de distancias,
¿por qué nos separaste así?

Allá afuera
fuiste el glorioso Estudiantazo,
fuiste el alucinante viaje a Tilcara,
fuiste el excelente rendimiento académico,
fuiste la tan esperada victoria del CEFyL.
Allá afuera
fuiste Primavera.
Acá adentro
tan bien no te portaste.

Acá adentro,
¿Qué floreció además de aquel punzante dolor?
Si cambiaste capullos por marchitas.
¿Qué colores pintaste además de este vacío intenso?
Si cambiaste verde por negro.
¿Qué destapaste además de la cruda verdad?
Si cambiaste libertad por opresión.
¿Qué pude cosechar además del llanto y la impotencia?
Si cambiaste campos por pantanos.
¿Qué paisaje me trajiste además de esas imágenes
que recuerdo y me retuercen el pecho?
Si al final,
cambiaste soles por tormentas.

miércoles, 27 de abril de 2011

Castillito de palabras

 

qué es este castillito de palabras
que construyo siempre
     a riesgo de digan lo que quieran
     a riesgo de no reproducir dogmas ni sistemas
     a riesgo de crear e innovar
     desafiando a quienes pretenden que repita
que construyo siempre
encerrándome en mí misma
para después liberarme

quién sos castillito?
sos acaso yo?
sos mi espejo?
sos mis deseos?
      mi denuncia, rebeldía e insurgencia
      mi crítica, mi propuesta, mi revolución
sos mi mundo mejor?
quién sos castillito?

quién te define mejor?
sos el castillito frágil y penoso
     que escribe mis lágrimas
     que vomita mis angustias
o sos el castillito fuerte y arrogante
    que no se conforma
    que se planta ante cualquiera
sos la creación porque sí,
    el amor a la belleza por la belleza
    y a la expresión por la expresión
o sos la sublevación y la resistencia
   de un pueblo engañado
   que no perdona

quién te define mejor?
el equilibrio de mi inestablidad
la animalada de mi intelecto
la cursilería de mis ideales
la desprolijidad de mi obsesión
los gritos en mi silencio
la música en mi papel

ay castillito de palabras
sos vos para mí? / soy yo para vos?
sos vos por mí? / soy yo por vos?
quién somos castillito de palabras?
qué dios nos trae siempre al encuentro?

sábado, 23 de abril de 2011

Desconocido escritor

No te conozco
pero conozco tus escritos
No te conozco
pero te he leído
minuciosamente te he leído
No te conozco
Sólo sé de vos
Sé de tu invierno,
sé de tus manos,
sé de tu sendero
o de tu Senderito
No te conozco pero sé
de tu deseo de ser
palabra, ser creación
para revivir de esa muerte
que te tocó
No te conozco
pero nos han comparado
nos han hecho paralelismo
nos han identificado
No te conozco
pero de alguna forma
yo también confié en mis manos
y en todo escribirlo
cuando hablé De cuando L.
No te conozco
pero de alguna forma
yo también transformo
la revolución en arte
la llevo de aquí para allá
nombrándola
haciéndola letra y sentimiento
(un manifiesto cursi quizás)
No te conozco
pero Senderito es un poco Dulcinea
y qué triste si me faltara Dulcinea
Dulcinea se pasea por la vida
ella es, de seguro,
mucho menos que Senderito
qué triste
si me faltara Dulcinea
pero qué lindo
si ellos dos se conocieran
No te conozco
pero yo también soy
sólo cuerpo y palabra
sólo creo en mí y en el
castillito que me acompaña

Supongo que en algo nos parecemos
pero si puedo afirmar esto, entonces
¿no te conozco?

Tiempo de descuento

Tic tac
tic tac
dijo que llamaría
tic tac
dijo que vendría
tic tac
tic tac
o que yo iría
tic tac
dijo que nos veríamos
tic tac
tic tac
dijo, él dijo
tic tac
dijo y yo, no dije nada más que
tic tac

Y ahora lo espero
tic tac
espero que llame
tic
que venga
tac
que me invite
tic
que nos veamos
tac
Espero
tic tac
avanza el
tic tac
desperdicio el
tic tac
me consume el
tic tac
no soporto el
tic tac
me ilusiona el
tic tac
sigue sin parar el
tic tac

El teléfono
tic tac
su llamada
tic tac
“al final no puedo”
tic tac
“nos vemos mañana”
tic tac

Y mientras suena el maldito
tic tac
y la ilusión
tic tac
y el desperdicio
tic tac
suena el maldito rencor
tic tac
y la desilusión
tic tac
y el enojo
tic tac
y la bronca
tic tac
y otra vez el
tic tac
y mi malhumor
tic tac
y ahora qué
tic tac
y ahora nada
tic tac

Y entre tanto
tic tac
se hace mañana
tic tac
y mañana nos vemos
tic tac
y hoy es mañana
tic tac
y entonces dudo
tic tac
¿sonrisa o cara de culo?
tic tac
¿lo digo o lo callo?
tic y tac
¿dejo que él siga diciendo
tic tac
y tic tac?
¿no será hora de mi propio
tic tac?
ya no quiero tu
tic tac
ahora busco mi
tic tac

Pero llegan sus ojos
tic tac
y sonrío
tic tac
y está todo bien
tic tac
te perdono
tic tac

Y el tic tac
vuelve a empezar
tic tac
sigue girando el
tic tac
y es lo mismo de nuevo.


Tic tac.

viernes, 22 de abril de 2011

I'm only sleeping

no me despiertes, apuro
hoy no me quiero levantar
si ésta es mi realidad
no me despiertes, perdón

durmiendo me escapo
me quedo sola conmigo
durmiendo no pienso
no me enfrento
durmiendo no hay otros
nadie me molesta
durmiendo me olvido
me deshago
de responsabilidades
de compromisos
de presiones
de tensiones
durmiendo no vivo
es elegir morir
por un tiempo
y volver a despertar
es elegir renacer
cuando yo quiera
cuando todo haya pasado

domingo, 17 de abril de 2011

Ser

Dejar de preguntarme quién quiero ser
                                                           / para por fin responderme quién soy.
Dejar de preguntarte quién soy para vos
                                                          / para por fin responderte quién soy para vos.

Soy como esa brisa que te arranca una sonrisa
Soy como esa música que te hace una caricia
Soy la poesía de un cuerpo que te apasiona
Soy el impacto de un caracter que te enloquece
Soy un arte que te alegra y te encandila
Soy el tiempo que te envuelve y te conoce

Soy tomar mate a la mañana
Soy mirar la tele antes de dormir
Soy escuchar música mirando el techo
Soy leer un libro al aire libre
Soy abrir la ventana
/ y que brille mucho el sol
Soy despertarse a besos
Soy dormirse abrazados
Soy llamarte cuando estás mal
Soy levantarte el ánimo
/ cuando pierde Gimnasia
Soy cosas chiquitas
soy toda chiquita
/ pero te encanto

sábado, 26 de marzo de 2011

En modo subjuntivo II

Volvamos a las pistas. Que la nueva salida de este juego de la Oca inconcluso nos encuentre a ambos con sueños de felicidad y con ansias de superación, apostando a este nuevo desafío con el impulso del deseo y la elección. Pero que no renunciemos a todos los aprendizajes que la distancia supo darnos.
Que decidamos dejarnos tatuar de nuevo, pero que el dibujo sea esta vez diferente, se ubique en otro lugar y se constituya de otra manera, sencillamente porque nosotros, ya no somos los mismos. Que no volvamos a perder de vista que nuestros caminos son dos (y no el mismo), que cada uno camina por el propio y con los propios pies, y que si decidimos caminar tomándonos de la mano, es porque queremos compartir nuestras individualidades; sólo entonces seremos realmente compañero y compañera de vida. Que entendamos que cada uno hace las cosas a su forma y con su mística, que cada uno construya su vida como quiera, y que el otro lo acompañe en sus decisiones. Que prevengamos la simbiosis estableciendo límites claros, respetando los espacios propios y valorando los compartidos. Que dejemos de hacernos preguntas que no tienen respuestas, que lo vivamos con más libertad. Que jamás perdamos la comunicación y la sinceridad, que no volvamos a ser aquellos que empezaron a odiarse en silencio, que en esta resurrección no volvamos a ser los autores de nuestra propia muerte.
Y sobre todo, que avancemos con la seguridad del sentir. Que sintamos mucho, y que nuestro motor sea -y lo digo así nomás- el amor, porque podemos estar seguros de que en esto es en lo único en lo que la razón no se va a interponer. Que derribemos los miedos con acciones. Que nuestra base sea el mirarnos a los ojos y sentirnos distintos, que tengamos la enorme valentía de volver a amar nuestros corazones rotos, porque como dice el Indio: "si no hay amor, que no haya nada entonces, alma mía". Yo, por lo menos, no pienso regatear.

sábado, 19 de marzo de 2011

Puro equitativismo

ELLA:- No te voy a mentir. Tengo miedos.
ÉL:- Me imaginaba. Pero no hay nada que hacerle, che.
ELLA:- ¿No...? ¿No tenés nada para decirme...?
ÉL:- No sé, los miedos ya los vas a ir perdiendo, supongo. Los melones se acomodan cuando el carro está andando, diría mi abuela.
ELLA:- Pero yo necesito otra cosa...
ÉL:- Tranquila, ya va a pasar. Ahora tenés miedo porque estás insegura, pero dentro de unos días todo va a estar bien.
ELLA:- No, no me entendés...
ÉL:- ¿Y qué se supone que te tengo que decir?
ELLA:- ¡Solamente quiero que me digas que vos también tenés miedos, negro!
ÉL:- Ah bueno, pero al final... tus planteos son puro equitativismo.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Desde los ovarios

quiero escribir desde los ovarios y entonces escribo:
No me asusta ser yo
o bien:
Estoy indispuesta y me duelen
(y es un poco lo mismo, ¿no?)

Vamos, Mujer, 
que los ovarios saben fitrar angustias, que los ovarios expulsan de tu cuerpo las puntadas del rencor. Escurrí tus ovarios, Mujer, escurrílos y dejá salir eso que nada tiene que hacer adentro tuyo. Y qué importa si esos residuos supieron ser en otro tiempo un óvulo no fecundado, o sea una potencial creación, o sea una realidad que sólo vivió en tu imaginación, qué importa si no existe tal cosa, si en definitiva no supieron ser nada, si de ese deseo hoy sólo queda un terrible dolor, un punzante dolor abdominar que te retuerce y te malhumora, si la olvulación no sirvió para nada más que para la falta de fecundación. No dejes, Mujer, que nada de esa ausencia se quede con vos; dejá fluir en el afuera eso que no pudo ser más que fracaso.

Escurrí tu dolor desde los ovarios, desde la seguridad de saberte valiente y capaz, sufrida pero Mujer. Escurrí ese dolor que te ata a la cama, vos naciste con ese don, con el don de elaborar, procesar y expulsar tus deshechos, porque, Mujer, vos sos bien Mujer.

Ahora dejá que la sangre fluya; duele, incomoda, pero hay que superarlo. Es un pedazo de tiempo, es una parte del ciclo, y ya vas a estar mejor. Asegurate de sacar para afuera esa hinchazón de reoncores y angustias, de traiciones y desengaños. Derramá lejos tuyo toda la sangre del olvido, que ya vas a estar mejor. Que dentro de veintiocho días te toca de nuevo.

martes, 1 de marzo de 2011

Fantasma del Ayer

Voy a echarte porque no estás acá.
Voy a sacarte de mi vida porque ya no sos mi vida.

Me lastima tener esta falta de vos.
                  Porque te tengo pero sos una falta.
No quiero más esta propiedad de lo ajeno.
                  Porque te poseo pero no sos mío.
No soporto más esta realidad idealizada.
                  Porque te siento pero no sos vos.
Quiero dejar de tomarme este tren que nunca pasa, que ya se fue y que no vuelve.
                  Porque la espera del nunca jamás
                  duele,
                  lastima
                  y no sirve.

Lo último que voy a pedirte es
que tu ausencia se haga ausencia.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Surrealismo II

Mirando al norte estoy. Pensando en quién sabe qué, en cómo encontrar mi rumbo con esta brújula oscilante y desprolija, en cómo salir a buscar mi lugar en este mundo, en si será eso posible, en si existirá tal cosa, en... Y desde el sur, algo interrumpe mis pensamientos y me hace girar la cabeza.

Mirando al sur me encuentro, mirando oscuridad. De pronto el sol se apaga y con él todas las luces. Pero no se apaga la lluvia, ni el tacto ni el sonido con los que la siento. Escucho la lluvia. Me acerco. Es un hombre sentado en mi cama el que llueve. Llueve con una botella en su mano. Vuelco la botella sobre mi pecho para comprender que es real. Me mojo y entonces el hombre es real. Pero es desconocido (me pregunto cuán real es lo desconocido), y su piel me atrae para conocerlo. Empiezo a tocarlo. Con una sola caricia recorro desde su pelo hasta sus pies. Vuelvo sobre la cara y toco su boca que se entreabre y me moja los dedos. Descubro que sus labios son carnosos y los creo rojos. No hay sol, mis ojos se acostumbran a las sombras y ya creo ver imágenes. Toco su boca con mi boca; tengo que conocerlo a besos porque peco de romántica. Ya la botella se vació y la lluvia paró. Necesito más. Empiezo a desrropar furtivamente al desconocido; tengo que conocerlo desnudo porque peco de pasional. Le saco las capas de ropa, le saco el velo que lo oculta y lo aleja de mí. Pero no, pero no. No consigo saber quién es el desconocido. Lo beso desnudo. Le recorro el cuerpo a besos porque quizás así encuentre respuestas. Lamiendo su pecho siento que quiero más. Me siento en la falda del desconocido y hago que su pene recorra mi vagina. Primero me acaricio los labios con la cabeza, para entrar en confianza. Suave, despacio. Pero entonces ya me está penetrando y yo ya estoy gimiendo. El desconocido me resulta conocido. Lo creo familiar. Yo ya cogí con esa pija alguna vez. Lo mismo grito. Grito porque el desconocido coge muy bien. Y siento sus manos en mi espalda, subiendo y bajando, apretando. De pronto él también gime. Él también gime porque también yo le gusto. Y le mojo el cuello con besos. Pero así no, así no lo estoy conociendo. Sigo sin poder descifrarlo. Pero lo mismo sigo. Ahora estoy yo abajo y su mejilla toca mi mejilla. Sigo porque me gusta jugar con fuego. Porque no sé quién es el desconocido. Porque no me importa que sea quien yo temo que sea. Quiero jugar con fuego. Juguemos con fuego, desconocido, desconocido hombre, desconocida sensación, desconocido placer. Juguemos a ver qué pasa. Grito, eso pasa. Grito orgásmicamente porque acabo de llegar a ese punto con el desconocido. Y grito más. No quiero que se termine. Sigo gritando. Al desconocido le gusta que grite. Le gustan mis gemidos y lo hacen gemir. Y creo reconocer esos gemidos, pero no, pero no, no lo sé, no lo conozco, no es real, no puede ser real. Pero el placer, el placer tampoco es real, el juego, los gemidos, el desconocido, el orgasmo, el pene, el desnudo, la boca, la lluvia, la sombra, el sur, nada es real.

sábado, 19 de febrero de 2011

Mi primer cuento que no tiene título todavía porque no soy muy buena para eso

La luz apagada siempre hace que el sentido de la vista se suprima y que entonces los otros sentidos tomen protagonismo. Por las noches, el que más se impone por lo general es el oído, se escucha todo perfectamente. El despertador es un sonido, y no hay nada peor que que nos despierte un sonido o que un sonido nos impida dormir; la paz pasa por el silencio y la desesperación por los ruidos molestos.
Tenía la cabeza apoyada en su pecho, era ya muy tarde y estaba cansada, lo único que pedía para esa noche era poder dormir tranquila. Escuchaba perfectamente ese latido constante y puntual, con un ritmo determinado, una melodía vaga, una armonía discutible, pero un pulso perfecto, tan justo y preciso. La canilla goteaba a lo lejos pero eso era lo de menos, ya estaba acostumbrada a que perdiera, a que el plomero jamás la dejara bien, a olvidarse volver a llamarlo, había cosas a las que una se podía acostumbrar. Muchos colectivos se escuchaban por la ventana, pero eran años de vivir en esa casa, había cosas que no importaban mucho a esa altura de la vida, a esa altura de la noche, a esa altura del sueño. También la respiración era algo que ya casi ni se escuchaba, el intercambio gaseoso es entendible en una persona aún viva, pero todo tiene su límite, cuando ya se convierte en acordes groseros, ahí sí que se escucha, en rugidos poco elegantes, vibraciones desagradables, como si fuera un gordo en el sillón del living el que se ha quedado dormido, con la televisión prendida, panza para arriba, típica postura de un vago que nada ha hecho durante el día, cuando es la mujer la que siempre se encarga de limpiar, ir a buscar a los chicos al colegio, preparar la cena, el almuerzo, el desayuno y las meriendas, el fenómeno acústico es entendible si lo único que se ha hecho en el día es estar detrás de un escritorio cumpliendo la jornada, sin desgaste, sin cansancio, sin preocupaciones por la casa, la económica familiar, la gotera del baño, ese maldito plomero, claro que se dormirá primero entonces, y el jadeo súbito no dejará dormir a la que sí tiene esas cosas en la cabeza, que quiere salir adelante, llegar a fin de mes, brindarle un futuro a sus hijos, recuperar la pasión y la vivacidad juvenil, es perfectamente entendible que él se duerma primero y que su estúpido y desagradable intercambio gaseoso desfavorezca la paz matrimonial nocturna, nadie puede negarlo.
Le apoyaba los dedos sutilmente en los labios, chistaba con esperanzas de que los ruidos desaparecieran, no importaban los colectivos ni la gotera, que se apagaran los latidos si era necesario para poder dormir tranquila, pero tampoco importaba el ruido en realidad porque ya se trataba de algo más. Tapaba su boca con una mano pero entonces el fenómeno se emitía por la nariz, no había muchas opciones, daba vueltas en la cama, volvía a apoyar la cabeza en su pecho, escuchaba ese latido constante y puntual, justo y preciso que decía que él estaba ahí, los dedos comenzaron a descender y a esbozar caricias en su pecho, hasta escuchar su voz de gruñón por las mañanas, entonces la mano subía y se apoyaba nuevamente en el cuello, un "callate un poquito" al oído, mil instancias agotadas, la mano que seguía en el cuello, la cabeza en el pecho, el latido constante, en el cuello haciendo presión, ahora con dos manos, seguía chistando, el rugido comenzaba a atolondrarse, sus ojos se mantenían cerrados, su boca se abría más, casi gritando, la respiración se complicaba, la presión continuaba, pero el rugido también, y entonces qué podía hacer, el rugido ya era casi esporádico, no importaba qué estaba pasando porque el rugido se iba apagando, los medios eran efectivos, por fin alcanzaría el bendito sueño, apagar ese sonido y cualquiera que provenga de él, entonces volví a apoyar la cabeza en su pecho pues ya había alcanzado el objetivo máximo. Los rugidos poco elegantes habían callado, los ruidos externos persistían pero eran lo de menos, ya ni siquiera se escuchaba ese latido vago, aquel con un pulso perfecto, tan justo y preciso.

sábado, 22 de enero de 2011

sólo te pido que se vuelvan a juntaar

Él: - "¿Qué es lo que ha pasado con tu corazón? Ya no marca el paso que marcaba ayer"
Ella: - "Vine hasta aquí para poder abrazarte, y sentí que ya tus brazos se niegan a ir hacia los míos lentos"
Él: - (Silencio.) "Nena no quiero perderte... si quieres puedes apostar"
Ella: - "Sacá el arma de tu boca"
Él: - "Soy vicioso, jugador y mujeriego"
Ella: - "¿Por qué no te dejás de pensar en labios que besan frío?"
Él: - (Silencio.) "Todos esos deseos de noche fría y alcohol, hoy te los quiero regalar"
Ella: - "Poder jugar en otro juego es lo que imagino"
Él: - "Ya ves, eso te digo, ya ves nena cuando te olvidás"
Ella: - "Quiero que sea este lugar, pero convertido"
Él: - "Voy a volverte a ver sólo porque lo quisiste"
Ella: - "Es tu canción la que quiero oír en mi voz, cuando me digas que todo va a estar mejor"
Él: - "Tu luz, nena, fue un flash. Me encegueció y me dejaste acá atrás. Ahora tengo, velo bien, un disparo atravesando mi sien. Sólo te pido un favor: fuera de mi corazón"
Ella: - "Yo sé que me llevé mucho, pero quiero volver por el resto"
Él: - "¿Y qué más por este amor?"
Ella: - "Salir a buscar alguna forma de algún amor en algo que suene bien"
Él: - (Silencio.) "Sos la llave hacia otro lado, hacia el costado de las cosas, donde no son sólo hermosas"
Ella: - "Si no hay amor, que no haya nada entonces, alma mía. ¡No vas a regatear!"
Él: - "Si te digo que me quedo es porque amo tu color"
Ella: ... (Se cae de culo y muere de amor.)
Él: - "Pero entonces... ¡muévelo!"

viernes, 21 de enero de 2011

Surrealismo I

Anoche te soñé
                      -creo-
Sólo recuerdo que estaban
tu boca y tu pelo.

Y entonces me desperté
                                  -creo que hasta comí un sánguche-
pero volví a la cama después.

Y nuevamente me dormí
esperando soñar otras cosas
y ¡vaya sorpresa!
ya no apareciste,
y en cambio apareció Otro
(que tiene nombre y apellido,
                                         -OJO-)
La situación era cada vez más irreal
pero vos no estabas.
Abrí los ojos y lo supe
                                -creo-

Y me volví a dormir
para seguir no soñándote
para felicitarme porque no aparecías
para demostrarme que podías no estar
Me volví a dormir
                         con intervalos
de sueño y de no sueño
                                  -pero nunca de vos y de no vos-

Fue así como hoy
me levanté a las seis de la tarde
habiendo dormido largo.

No estaba cansada,
                             -no-
Sólo quería desafiar a mis sueños.

jueves, 20 de enero de 2011

De cuando L.

Desde que L. se fue de mi vida
Soy una verdadera máquina de escribir

Desayuno, almuerzo y ceno reflexiones
Grito, vomito y suelto palabras
Balbuceo inseguridades
Canturreo desengaños
Dibujo oraciones
Narro recuerdos
Cuento rencores
Ensayo razones
Susurro deseos
Gimo dolores
En el papel
En blanco
Así...

No me privo de escarbar fuerte en el pasado que se fue
No me privo de soñar anécdotas en el futuro que no será
No me privo de putear al aire creyéndolo presente
No me privo de amar su ausencia en mi cama

Desde que L. se fue de mi vida
Soy una verdadera máquina de escribir

Y no voy a desaprovechar
El momento de producción
Por mucho que duelan las palabras
Por mucho que ruideen estas teclas viejas
Por mucho que moleste saber que el papel se terminó
Voy a seguir siendo
Máquina
y De Escribir
A riesgo de decir un millón de disparates
A riesgo de escribir como en la primaria
A riesgo de que a nadie le gusten mis textos
A riesgo de que L . nunca los lea
A riesgo de que yo nunca los lea
A riesgo de correr tantos riesgos
Sigo escribiendo
Y me arriesgo

sábado, 15 de enero de 2011

Triste letrista

Cómo te nombro ahora, que el tiempo arrasa con las denominaciones, que tampoco encuentro epíteto que te siente bien, que escribo mi camino con faltas de ortografía, que la única técnica narrativa que me sale es el monólogo interior (caótico y con hilo difuso), que prefiero la lítote a la definición, que mis sintagmas rodeados de rodeos resultan estresantes, que me rehuso a que seas mi apóstrofe y sin embargo acá estoy, que no cierran las métricas a pesar de las sinalefas y hiatos, que busco rimas abrazadas pero carezco de rimas, que no puedo evitar los versos con encabalgamiento, que me cansa la anáfora del "que", que al principio del cuento no está incluido el desenlace, que los sonetos me resultan cortos y los romances me superan, que mi pensar es un plenoasmo en redundancia (y lo es esta frase también), que no hay sintaxis posible para el desorden de mi cabeza, que mis razones no son más que polisíndeton sin isotopía, que a la poesía de mi cuerpo le falta el efecto estético, que con los pedazos de mi vida formo los distintos anagramas que vivo cada día, que con los pedazos de mi vida formo hipérbatos para reubicarme cada día, que no logro que la gradación vaya de bien a mejor, que no llego a ser antítesis y en cambio soy oxímoron, que juego a la prosopopeya de que las cosas me hablan, que me cuesta conjugar el número porque no sé cuántos somos, que la reiteración de tu persona en mi cabeza no es un recurso del artificio sino un error de redacción, que el hablar de mí a través de vos me suena a una sinécdoque errónea, que ya no me siento un palíndormo de tus palabras, que nuestro pasado es una gran antanáclasis, que la metáfora ya no te oculta porque la analizo demasiado, que de noche cuando me acuesto aparece la sinestesia de tu ausencia, que sólo espero que algún día tu recuerdo pueda ser una elipsis, que mi vida toda se ha vuelto una gran apócope, que quizás todo esto sea una gran hipérbole pero por algo tengo que escribirla, que entre tantos circunloquios, perífrasis y eufemismos, sigo sin poder nombrarte. Y es que cómo te nombro ahora si no sé quién sos, qué signo uso para un elemento del que no conozco ni significado ni significante. No sé tu nombre porque no te sé a vos.
Opté por nombrarte L. para reducir el espacio en mis hojas, para que pases de ser palabra a ser letra y punto. Opté por llamarte L. porque el pronombre universal él no te sienta, porque él son muchos y son todos y porque Él es uno solo.
Él es L., y L. me lee.

viernes, 14 de enero de 2011

Iniciales

Yo me llamo Paula
Irene es como llaman
a una de mis amigas,
a la otra         Juliana
y a una tercera, Agustina.
Juntas, formamos
      una hermosa P.I.J.A.

Podemos sumar a Mariana
e inventarnos una nueva amiga:
                          Adriana.
Entonces fabricaríamos
un encantador P.I.J.A.M.A.

Invitemos también
a la ficción de Daniela
y a la creación
               de Andrea.
¡Y hagamos todas juntas
P.I.J.A.M.A.D.A fiestera!

(Ojo que en una de esas
   se interpone Alma
y nos convertimos en una
P.I.J.A. A.M.A.D.A)

martes, 11 de enero de 2011

Un tango errante/errado

"Que decís que un tango errante
no te hace perder la calma"
Celedonio Flores

El paso básico te dice como al oído: uno adelante - derecha - atrás - atrás - cruzo - atrás - izquierda - cierro. El patio sucio y colorido es tu salón. Tu compañero te lleva con un abrazo entre seductor y opresor, te indica el rumbo con sus dedos apretando fuerte un omóplato, una palma o un cachete. Bailan ahora el preciso tiempo que marca el piano. Pero sólo porque él quiere, sólo porque él quiere porque bien sabés que te gustaría estar bailando el bandoneón. Vuelan por tu cabeza las esbeltas figuras que esbozarías sin prisa. Si él quisiera, claro. Pero vos estás ahí porque él decide que te desea y te compra, para que todos los demás puedan verte en su poder, atractiva pero suya en ese dos por cuatro que él elige cómo danzar.

lunes, 10 de enero de 2011

Soy una blogger hecha y derecha

En estos días escribo mucho y muchas pelotudeces. Pero revisando mi carpeta de escritos me di cuenta de que no es nada nuevo. En estos días ando por muchos blogs de personas desconocidas (pero que después de leerlas no lo son tanto), y me los fumo enteritos enteritos. Me metí en la matrix mal y ahora soy una blogger hecha y derecha. Y me di cuenta de que hay muchos tipos de blogs, claro. Y que tiene que ver con la personalidad de cada uno, claro. Pero a mí no me gusta mezclar personalidades, a mí me gustan las identidades definidas, de lo contrario me confundo demasiado.

Así que a falta de poder subir en este blog esas cosas que cuento sin que lleguen a ser cuentos, y como ahora soy una blogger hecha y derecha, decidí mudar los escritos cotidianos a un nuevo blog: http://cuentopersincuentos.blogspot.com
Y en este blog, escúcheme bien señor: ¡no me privo de nada! Voy a cometer herejías tales como subir dos entradas por día, voy a cometer herejías tales como no escribir literatura, o escribir cursilerías, o escribir ficciones que creo realidades. Voy a cometer todas las herejías que se me canten las terlipes, porque eso va en línea con mi "Chau, no va más" y con este nuevo año que comienza con una nueva Yo. Voy a decir las cosas que sé decir y las que no sé decir las diré como pueda. Voy a hablar de cosas lindas y felices, y sin un día me siento a escribir medio triste ¡voy a ser capaz de reírme de la tristeza mientras la escribo!

Pero, A prueba y error, no creas que te abandono, no, ¿cómo te explico...? Voy a usar un ejemplo ilustrativo: A prueba y error es el blog que le pasaría a mi profesora de literatura, mientras que Nada de cuentos es el blog que le pasaría a un pibe que me estoy chamuyando. Creo que es bastante ilustrativo.
Y si no, pensalo como que te traje un hermanito y ya.

domingo, 9 de enero de 2011

De noche cuando me acuesto

me duermo de un solo lado de la cama,
porque en el otro lado
reposa tu ausencia.

sábado, 8 de enero de 2011

Latinoamérica, Poesía y Mujer

¿Por qué será que las poetisas latinoamericanas la pasan tan mal...? Pizarnik, Storni, Vilariño... siempre pasándola mal. Del otro lado, en cambio, podemos encontrar un Galeano, un Benedetti, un Neruda que tiernamente hablen de felicidad. Pero las muchachas, siempre hablando de muerte y fin, de soledad y ahogo. Aunque es cierto, es lógico. La doble opresión se siente en la literatura. La sangre derramada por la Patria Grande se siente en la literatura. Es una curiosa característica del mix género-continente. Pero lo digo indignada, eh, jamás como una mera descripción conformista. Más bien como una descripción indignada.
¿Ése será mi destino? Sexo: Femenino, Región: América Latina, Profesión: Escritora, Hobbie: Pasarla mal. ¡Me rehuso! ¡Me rebelo! ¡Me disconformo! Pero, ¿cómo combatir al Patriarcado y al Imperialismo en la escritura? Si aunque lo intento -¡y cómo lo intento!-, me reconozco en esa forma de escribir lúgubremente sobre el amor... (Nuevamente descripción indignada)

Alguien por favor que me recomiende lecturas para el verano de mujeres latinoamericanas que la pasen bien...

martes, 4 de enero de 2011

Dos niños

Fuimos una niña y un niño que se encontraron un día en la plaza. Y vos me prestaste tu rastrillo para que yo pudiera armar mi castillito, porque te gustaba. Y yo te convidé de mis galletitas, y cuando llegó la última te dejé la tapa con crema y me comí la otra, porque me gustabas. Nos gustamos y nos fuimos a caminar de la mano, y caminamos, caminamos compañerito de parque. Me invitaste a sentarme en un banco y a que me sentara al lado tuyo. Y nos miramos y me diste un piquito, que me gustó. Y entonces empezamos a amarnos. Nos amamos ingenuamente (pero nos amamos), nos deseamos infantilmente (con piquitos nos conformábamos), nos bastaron las curitas de Looney Toones para curar heridas (las pocas que teníamos). Jugábamos en la plaza, pero jugábamos a la mamá y al papá, soñábamos que éramos grandes y que teníamos nuestra propia casa, nuestro propio trabajo, nuestros hijos, nuestro perro; jugamos como niños. Y nos quedamos quién sabe cuántos días -no sabemos contar hasta tanto- en esa plaza que era nuestro lugar, nos perdimos la chocolatada de mamá, nos perdimos de jugar con nuestros otros amiguitos, de ir a hamacarnos solos nos perdimos... ¡pero es que estábamos tan enamorados! Nos alcanzaba con nuestros crayones y nuestros cuadernos, nos regalábamos dibujos y cartitas que sólo decían nuestros nombres, para nosotros eso era el color de la vida.

Un día nos sentamos a jugar al juego de la Oca. Yo caí en el número 15 y perdí un turno. Pero, vaya casualidad, en la siguiente vuelta caíste vos también. Y ambos perdimos el turno. Entonces ya no jugamos más, no nos dibujamos más, no me prestaste más tus juguetes, quizás sólo te fuiste a tomar la leche con tu mamá, pero te fuiste. Y yo me quedé sola en la plaza, en ese pequeño mundo que habíamos inventado para nosotros, donde estaba nuestra arena, donde estaba nuestro sol. En nuestra casa de muñecas me quedé, entre nuestros autitos y peluches me quedé.

Igual ahora estamos jugando a las escondidas, ¿no? Ahora yo te tengo que buscar, te tengo que encontrar, te tengo que ir a picar. Y tengo que salir de la casa, porque bien sabemos que no vale perrito guardián. Tengo que salir a caminar y buscarte, pero sé que te voy a encontrar. Y vos vas a salir de tu escondite (de paso, ¡qué buen escondite te fabricaste, que me costó tanto descubrirlo!), vas a salir y me vas a volver a buscar, te vas a enojar un poco porque te voy a haber encontrado pero lo mismo te vas a reír, con esos dientes de leche te vas a reír, a carcajadas te vas a reír y me vas a contagiar con tu risa, me vas a venir a buscar y nos vamos a abrazar y un piquito quizás te voy a dar. Y entonces vamos a volver a jugar a ese juego de la Oca que quedó inconcluso, porque perdimos un turno nada más, che. Y entonces vamos a caer ambos en el número 33, y el número 33 indica que tenemos que volver a empezar, y dá bronca tener que volver a empezar porque ya habíamos llegado al casillero ¡33! (ese número es muy grande, ¿no?), pero habrá que volver a empezar desde el principio. Pero todo eso va a pasar, ¿no?, porque a fin de cuentas ahora estamos jugando a las escondidas porque vos te encaprichaste nomás, pero ya vamos a volver a terminar el juego de la Oca que empezamos. Mi mamá dice que cuando uno saca un juguete después lo tiene que guardar, y eso es cierto, porque ahora están todas las fichitas tiradas por el pasto del parque, todo desordenado y eso no está bien... ¡mirá si se me pierde una fichita! A vos no te importa, claro, pero a mí sí, porque es mío el juego de la Oca que te presté para que jugáramos un rato juntos. No podemos dejar las fichitas tiradas por ahí, ¡tenemos que seguir jugando! Y quién te dice, en una de esas, ahora que nos toca empezar desde la Salida, podamos dejar de ser una niña y un niño que juegan a ser grandes.

De lejos te veo llorar, ¿por qué llorás? ¿Te lastimaste? ¿Te lastimé...? ¿Perdiste el soldadito que te había regalado tu papá? ¿Llorás porque me perdiste? Fijate bien, ¡estoy acá! ¡Te estoy buscando! ¡Te estoy esperando! ¿Llorás porque te encontré y vos te querías esconder para siempre? Pero los juegos nunca duran para siempre... ¿Llorás porque no es para siempre? Cuando seamos grandes también vamos a poder jugar, ¿eh? Te lo prometo. Pero decime, compañerito de plaza, ¿por qué es que llorás?

sábado, 1 de enero de 2011

Chau, no va más

Chau, presiones,
chau, exigencias,
chau desequilibrio
chau al no sincerarse,
chau a eso
Chau, soberbia, chau
Saberlo todo, ¡chau!
Chau a ser la mejor
chau a querer serlo
chau a intentar serlo
chau a llorar por no serlo
Chau, orgullo,
¡por favor!
chau, orgullo
Chau frustraciones,
chau decepciones
chau a la desilusión de ilusionarme
chau a idealizar al ideal
Chau a no quererme
chau a no querer quereme
Chau, mascaritas,
caretas amasadas
por el deseo de ser distinta
A todas ellas, ¡chau!
Chau a ser Otros
chau a mirarlos, a sentirlos,
a imitarlos, a modelizarlos
chau a no poder dejar de mirarlos
Chau inseguridades, chau,
chau a no poder mirarme al espejo
chau a no gustarme, ¡chau!

Hola 2011. ¡Hola!