martes, 11 de enero de 2011

Un tango errante/errado

"Que decís que un tango errante
no te hace perder la calma"
Celedonio Flores

El paso básico te dice como al oído: uno adelante - derecha - atrás - atrás - cruzo - atrás - izquierda - cierro. El patio sucio y colorido es tu salón. Tu compañero te lleva con un abrazo entre seductor y opresor, te indica el rumbo con sus dedos apretando fuerte un omóplato, una palma o un cachete. Bailan ahora el preciso tiempo que marca el piano. Pero sólo porque él quiere, sólo porque él quiere porque bien sabés que te gustaría estar bailando el bandoneón. Vuelan por tu cabeza las esbeltas figuras que esbozarías sin prisa. Si él quisiera, claro. Pero vos estás ahí porque él decide que te desea y te compra, para que todos los demás puedan verte en su poder, atractiva pero suya en ese dos por cuatro que él elige cómo danzar.

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