sábado, 10 de julio de 2010

Tempus fugit


Quizás es sólo el tiempo, maldito tiempo
que nos condena a las preguntas sin respuestas...

Gran verdugo el tiempo

Verdugo del príncipe azul, de ese que nos venden como realidad
Verdugo del para siempre y el hasta nunca
Verdugo del amor a primera vista, cuando llega la segunda vista
Verdugo de la felicidad inmortal
Verdugo de la pasión
Verdugo del amor sin límites
Verdugo de la infancia, luego de la adolescencia, más tarde de la adultez, y
/ finalmente de la vejez
Verdugo de los goces y las libertades falseadas
Verdugo del soñar e imaginar a futuro
Verdugo de la maravillosa tarea de descubrir
Verdugo de lo diferente, de lo desconocido, de lo extraordinario y lo inimaginable
Verdugo del espacio cuando se superpone y lo condiciona
Verdugo del pasado, del presente y del futuro
Verdugo de todo aquello que alguna vez no tuvo tiempo

Verdugo de sí mismo cuando uno intenta atraparlo



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